El Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina ha confirmado al menos tres muertos y 55 heridos por la ola de ataques de colonos que comenzó el pasado viernes en Cisjordania con motivo de la desaparición del joven israelí Benjamin Achimeir, de 14 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado este pasado sábado después de lo que el Ejército israelí describió como un «ataque terrorista».
Los fallecidos han sido identificados como Afif abú Alia, de 25 años, muerto el viernes en Al Mughayir, la localidad palestina más próxima al lugar de la desaparición de Achimeir, la zona de Malachei Ha’Shalom y la más afectada por los ataques de los colonos, que han alcanzado a más de una docena de poblaciones de Cisjordania, en especial al noreste de Ramala.
La Autoridad Palestina ha confirmado otros dos fallecidos: Muhamad Isam Shahmawi, de 22 años, y Muhamad Daraghme, de 26, ambos muertos, según el Gobierno palestino, por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes en Tubas, en el noreste de Cisjordania. De los 55 heridos, «la mayoría por disparos de las fuerzas israelíes y de los colonos», según el Ministerio, al menos una decena siguen en estado crítico.
Con estos incidentes son ya 463 los palestinos fallecidos en Cisjordania desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza el pasado 7 de octubre, un conflicto que también ha afectado enormemente a Cisjordania, de por sí un territorio sometido en los meses previos a una intensificación de las operaciones militares israelíes.
No obstante, desde la publicación del balance del Ministerio de Salud ayer por la noche, la agencia oficial de noticias palestina WAFA ha informado de una larga serie de incidentes en varias zonas de Cisjordania, con Belén a la cabeza, escenario de un ataque nocturno de colonos contra los vehículos en las inmediaciones de Dar Salá.
Las fuentes locales de la agencia añaden un fallecido más al balance del Gobierno palestino, el joven Omar Ahmed Hamed, de 17 años, muerto por los disparos de colonos israelíes en la población de Beitin, al noreste de Ramala.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores palestino ha condenado sin paliativos la ola de violencia que está ocurriendo entre «niveles sin precedentes» de cooperación entre el Ejército israelí y los colonos, antes de emplazar a la comunidad internacional a que tome medidas urgentes para forzar a Israel a que contenga esta crisis.
«Las milicias terroristas de los colonos perpetran sus orgías terroristas gracias al aliento que reciben del estamento político de la potencia ocupante y a la protección e inmunidad que les conceden las diferentes agencias de seguridad de la ocupación», denuncia Exteriores en un comunicado.
El Ministerio responsabiliza así «total y directamente al gobierno de ocupación y a la coalición de extrema derecha» que sustenta al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, «por estos llamamientos incendiarios, extensión de la mentalidad arrogante y racista de la ocupación que niega la existencia del pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación».
Tras confirmar que ha dado orden a las misiones diplomáticas palestinas que comiencen a aplicar «presión real» sobre los países que las alojan, el Ministerio ha solicitado por último la intervención del Tribunal Penal Internacional (TPI) para llevar ante la justicia a los colonos implicados en estos actos de violencia.