Las tensiones familiares están presentes desde hace años pero en los últimos meses se han hecho más visibles por el reparto de las pertenencias de Jaime Ostos entre los diferentes hijos del torero. Habiendo claramente dos bandos, parece que la única manera de comunicarse es a través de los medios de comunicación y hoy, durante la emisión de la entrevista de Mari Ángeles Grajal en ‘¡De Viernes!’ se ha vivido un momento muy tenso protagonizado por Gabriela Ostos.
Ángela Portero le comentaba a la que fuera pareja del torero que se había puesto en contacto con Gabriela y esta le había dicho que tiene pensado actuar judicialmente tras poner impedimentos para que ella y sus hermanos se queden con algunas de las pertenencias de su padre (un capote, varios trofeos, la Medalla de la Beneficencia y el dibujo de Picasso). Mari Ángeles comentaba durante la entrevista cuáles son sus planes con dichos objetos: el capote irá a la Maestranza, los trofeos irán al museo de Écija y la Medalla se la queda Jacobo. ¿Y qué ocurre con el polémico dibujo de Picasso? Mari Ángeles Grajal sorprendía invitando a Gabriela a ir a su casa a recogerlo, dando el brazo a torcer en, al menos, una de sus peticiones tras varios meses intentándolo.
Era entonces cuando, sin tener mucho tiempo para reaccionar, entraba en directo la llamada de Gabriela, momento en que Mari Ángeles se agobiaba mientras repetía una y otra vez «yo en el contrato he dicho que no entrara». Pocos segundos después aparecía Jacobo Ostos para apoyar a su madre, sentarse a su lado y preparase para el enfrentamiento con su hermana.
Gabriela tenía claro el mensaje que quería transmitir: «Quiero, simplemente, recordarle a Mari Ángeles que ella me dijo que no me podía llevar nada hasta que no vendieran la casa. Yo nunca he querido llevarme ningún sofá de la madre de María Ángeles, ni siquiera sé que el sofá es de la madre. Hay testigos de todo, testigos de todo. Nosotros no hemos cambiado la versión jamás, jamás. Siempre hemos dicho lo mismo, tanto Jaime como yo. Me parece muy indignante, muy indignante que ella… Yo he dicho que mi hermano miente, porque entre otras cosas, yo jamás he hablado de mi hermano con ella, ¿vale? De mi hermano Jaime, con lo cual eso no es así».
Mientras en plató no eran capaces de escuchar en silencio, queriendo responder a cada argumento de Gabriela, conseguía terminar la conexión diciendo: «Yo estoy cansada de escuchar insultos, amenazas por parte de mi hermano Jacobo. De verdad, ya está bien. Hemos pedido cuatro cosas, que lo hemos pedido desde el principio, cuatro cosas, ¿vale? Se dice que es que a nosotros mi padre nos dejó todo en vida. Mire usted, no, hubo una liquidación de gananciales. No se puede hablar cuando no se conocen los hechos».
Al finalizar la llamada de su hermana, Jacobo Ostos saltaba raudo y preguntaba cuál era su cámara para dirigirse a Gabriela mientras se defendía a él mismo y a su madre. Acusaba a ella y sus hermanos de actuar puramente por interés económico y argumentaba que «no tenéis nada de hijos ni de hermanos». Jacobo pedía que se reprodujeran los audios que su hermano Jaime Ostos Jr. En los que se escuchaba cómo le recriminaba de nuevo que no pudieron ver al torero antes de la incineración y le retaba diciendo que «ahora mis abogados se pondrán en contacto con tu madre y contigo y entonces ahora haremos las cosas de la manera que tú quieres. Demuéstrame que eres un Ostos».