El piloto de rallys Isidre Esteve (Repsol Toyota Team) acabó este miércoles la etapa 1 del Rally Raid de Portugal en el decimonoveno puesto de la categoría Ultimate, que son prototipos 4×4 de última generación, tras haber exprimido sus mandos adaptados en los primeros 100 kilómetros cronometrados sobre arena y barro.
A bordo de su Toyota Hilux T1+, y junto a su copiloto Txema Villalobos, el ilerdense afrontó el pistoletazo de salida de una etapa con tres exigentes tramos cronometrados y con un terreno condicionado por las lluvias caídas los últimos días en los alrededores.
El aperitivo de esta tercera cita del Mundial de Rally Raid 2024 (W2RC) fue un prólogo de apenas cuatro kilómetros cronometrados, donde el paso de los vehículos excavó el terreno y condicionó al grueso de los 86 participantes. Las diferencias fueron mínimas entre la mayoría, con 81 pilotos en menos de un minuto.
Esteve y Villalobos mantuvieron la cabeza fría para obtener la 52ª posición de salida al primer tramo largo del rally, de 100 kilómetros divididos en 97 iniciales y tres finales televisados, repletos de público.
Las condiciones del inicio de su preparación para el Dakar 2025 son una buena prueba de fuego para la mecánica, el físico y la pericia técnica del piloto, así como para el combustible renovable y los lubricantes de última generación de Repsol.
«Nos hemos encontrado un terreno y una carrera distintos a los que estamos acostumbrados. La pista era muy sinuosa, muy lenta, llena de balsas de agua porque ha estado lloviendo estos días y con partes muy embarradas. Además, ha habido zonas con los árboles muy cerca y había que ir con muchísimo cuidado. Al kilómetro cinco o seis se me ha soltado una pierna y nos ha costado volver a atarla», declaró Esteve al Repsol Toyota Team tras el final de la etapa.
«Después, he intentado no cometer ningún error durante todo el día, porque eran los primeros 100 kilómetros de los más de 1.000 que vamos a tener. Se trataba de coger el ritmo, ir rápido, pero, sobre todo, no arriesgar demasiado», añadió el ilerdense en la asistencia de Grândola (110 km al sur de Lisboa), tras acabar el 36º de la tabla general.
«Ha sido un día exigente, pero no hemos llegado a contar con tramos de alta velocidad. Principalmente, la clave ha sido tener cuidado de no comerte una zanja, de no equivocarte en pasos muy estrechos y en las zonas de agua en las que al salir no sabías ni dónde estabas. En estas condiciones, sabemos que cuanto más ligero sea el coche, mejor. Por eso, para los SSV y los Challenger era una etapa propicia, pero estoy muy contento de cómo ha ido todo para empezar», concluyó Esteve.