Dublín, 14 may (EFE).- El Gobierno irlandés aseguró este martes que la ley de Migración Ilegal del Reino Unido, que incluye la deportación a Ruanda de solicitantes de asilo que hayan entrado de forma clandestina en ese país, ha creado una situación «muy difícil y problemática» en la isla de Irlanda.
El Ejecutivo de Dublín tratará este asunto con Londres «muy pronto» tanto a nivel «político como diplomático», según avanzó su ministro de Finanzas, Michael McGrath, a la cadena pública RTE.
El dirigente irlandés efectuó esas declaraciones después de que el Tribunal Superior de Irlanda del Norte dictaminara este lunes que ciertas provisiones de la citada ley no pueden aplicarse en esa provincia británica, aún parcialmente afectada por la legislación comunitaria al formar parte del mercado único para bienes, porque violan los derechos humanos.
McGrath indicó que estudiarán en detalle la sentencia y aunque reconoció que será recurrida por el Gobierno británico, subrayó que ha incidido en una situación que ya era «muy difícil y problemática».
El ministro recordó que cualquier distinción entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido convertirá a la provincia británica en un destino atractivo para los solicitantes de asilo, lo que, a su vez, aumentará la llegada de migrantes a la República de Irlanda a través de la frontera invisible que separa a ambas jurisdicciones de la isla.
La Justicia norirlandesa determinó que partes de la citada legislación, aprobada el pasado mes, socavan las protecciones recogidas en el Acuerdo Marco de Windsor, firmado por Londres y Bruselas para diseñar los nuevos arreglos comerciales de la región tras el Brexit, así como aspectos relacionados con los derechos humanos.
En virtud de este pacto el Gobierno británico se comprometió a mantener las disposiciones sobre derechos humanos que emanan del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al conflicto en Irlanda del Norte.
Este asunto ha creado un conflicto entre Londres y Dublín, lo que ha llevado a Irlanda a preparar una nueva ley encaminada a facilitar la devolución al Reino Unido de los migrantes en situación irregular que lleguen a este país a través de la provincia británica.
Ambos países firmaron un acuerdo de inmigración en 2020, pero el Tribunal Superior de Dublín determinó en marzo que la designación por parte de Irlanda del Reino Unido como «tercer país seguro» para la devolución de solicitantes de asilo, en el contexto del plan de Ruanda, es contraria a la legislación de la Unión Europea (UE). EFE
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