Madrid, 16 abr (EFE).- Un equipo internacional de investigadores ha comprobado el notable aumento del número de suicidios que se registró durante la pandemia y ha identificado los tres grupos de población que presentaron un mayor riesgo y una mayor vulnerabilidad.
Son las personas solteras, los adultos de mediana edad (los que tienen edades comprendidas entre 40 y 64 años) y los residentes en grandes áreas urbanas o capitales de provincia, han señalado los investigadores, que han corroborado durante su trabajo la aceleración que experimentó el número de suicidios durante el primer año de la pandemia a causa del coronavirus Sars-CoV-2 (2020-2021).
El trabajo ha sido liderado por el Centro de Investigación en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y los resultados, que se han publicado en la revista European Neuropsychopharmacology, reflejan cómo se incrementó el número de suicidios con respecto al periodo previo de 2018-2019.
En la investigación han participado además la Universidad Autónoma de Madrid, el Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz y el Parc de Salut Mar (Barcelona), el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz de México y la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
“Aunque 2018 supuso un punto de inflexión en el aumento del número de suicidios, la pandemia conllevó una aceleración de este aumento que ya se venía observando”, ha observado Iván Pérez Diez, investigador del CIBERSAM y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
La Universidad Complutense ha informado en una nota difundida hoy de que para llevar a cabo el estudio se utilizaron los datos de muertes producidas por suicidio facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), así como variables sociodemográficas como el sexo al nacer, la edad de muerte, el estado civil o el lugar de fallecimiento.
Este aumento en el periodo de pandemia de suicidios se vio tanto en la serie temporal de hombres como en la de mujeres, así como en los nacidos y los no nacidos en España, han informado los centros de investigación.
Sobre los tres grupos más vulnerables destacados, los investigadores señalan que puede deberse a “la falta de apoyo social” que estuvo más presentes en adultos de mediana edad y en personas solteras.
“A ello se le suman las medidas de distanciamiento psicosocial que dificultaron la creación y mantenimiento de las redes de apoyo, y a su vez, este tipo de medidas tuvieron un mayor impacto en las grandes áreas urbanas, donde las restricciones eran mayores, imposibilitando aún más el contacto social”, añade Pérez Diez.
El siguiente paso en la investigación, ha avanzado Alejandro de la Torre, investigador del Departamento de Medicina Legal, Psiquiatría y Patología de la UCM, sería ver qué otras variables pueden estar afectando a este aumento de suicidios, desde variables demográficas como la densidad de población, a variables económicas como la tasa de desempleo o la renta pos habitante, a variables ambientales como las temperaturas o la calidad de aire.
Los investigadores han subrayado, a la vista de estos resultados la necesidad de políticas y planes de acción para frenar este aumento en el número de suicidios que se viene dando desde 2018 y que se ha visto acelerado por la irrupción de la pandemia de covid-19.
Pérez Díez ha observado que se han identificado grupos más vulnerables «y con ello podemos pensar medidas de prevención más específicas para ellos”,. EFE
rc/crf