La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido este martes a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad para Haití, liderada por Kenia, la implementación de una «sólida política» de respeto por los Derechos Humanos que permita «vigilar e informar» sobre la conducta tanto de las autoridades haitianas como de los agentes de otros países y evitar así el «fracaso» de otras intentonas de restablecer el orden.
«Para evitar que se repitan los fracasos y abusos de anteriores respuestas internacionales, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU deben exigir a todos los países que aportan tropas que apliquen una sólida política de diligencia debida en materia de Derechos Humanos, que incluya un mecanismo de supervisión independiente, en el que participe la sociedad civil haitiana, para vigilar e informar sobre la conducta del personal de la Policía Nacional de Haití y de los de la Misión», reza un comunicado de la organización.
En ese sentido, ha hecho énfasis en la necesidad de que los gobiernos, especialmente de Estados Unidos, de Francia, de Latinoamérica y del Caribe, aseguren la financiación, el personal y la asistencia técnica para lograr un apoyo que respete los derechos de los ciudadanos del país.
«Dada la complejidad de la crisis de Haití, es esencial adoptar un enfoque integral basado en los principios de Derechos Humanos. Los haitianos merecen medidas enérgicas que garanticen el pleno cumplimiento del Derecho Internacional y el respeto de sus Derechos Humanos, así como transparencia al respecto», ha añadido HRW.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en octubre de 2023 una resolución autorizando el despliegue de esta misión que no será una operación oficial del organismo, pero esta se ha tenido que posponer ante la crisis política y social acentuada en los últimos meses en el país caribeño.
La misión enfrenta críticas internas en Kenia, donde el partido opositor Alianza por la Tercera Vía, liderado por Ekuru Aukot, presentó a mediados de mayo una solicitud ante la Justicia de Kenia para declarar en desacato al Gobierno por incumplir un fallo anterior que impide su despliegue.
Haití no tiene presidente desde que a principios de julio de 2021 un grupo de sujetos armados irrumpiera en su residencia oficial para asesinarlo. Poco después, Ariel Henry ascendió al puesto de primer ministro entre críticas y tras varios años de inestabilidad. En marzo de este año presentó su dimisión tras la oleada de violencia que sacudió la nación caribeña.
Desde entonces, se ha establecido un Consejo Presidencial de Transición de Haití, liderado por el que fuera máximo representante del Senado haitiano entre 1995 y 2000, Edgard Leblanc. El objetivo de este organismo es cubrir temporalmente el vacío político, que ha elegido este martes al ex primer ministro Garry Conille (2011-2012) como nuevo jefe de Gobierno de transición, una etapa que debería concluir con la celebración de elecciones en 2026, una década después de los últimos comicios.