El camión fue encontrado en una zona de poco tránsito, cerca de una vía de tren en el suroeste de San Antonio, que queda a unos 250 km de la frontera entre EE.UU. y México.
Aunque las autoridades no especificaron las nacionalidades de los fallecidos, ni el número de menores que viajaban en el vehículo, el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, confirmó que las víctimas eran migrantes que habían cruzado la frontera entre México y Estados Unidos hacinados en el camión en plena ola de calor.