El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado «enérgicamente» este martes el intento fallido de Corea del Norte de poner en órbita otro satélite militar de reconocimiento, que cayó al mar Amarillo poco después de su lanzamiento, y ha recordado que estas acciones son contrarias a las resoluciones del Consejo de Seguridad.
«Condena enérgicamente el intento de lanzamiento de otro satélite militar utilizando tecnología de misiles balísticos por parte de República Popular Democrática de Corea (RPDC)», ha señalado el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, a través de un comunicado.
Guterres ha reiterado su llamamiento a Pyongyang para que «cumpla plenamente con sus obligaciones internacionales en virtud de todas las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y regrese rápidamente al diálogo sin condiciones previas para lograr el objetivo de una paz sostenible y la desnuclearización completa y verificable de la península de Corea».
Por su parte, el Gobierno estadounidense también ha condenado el mencionado lanzamiento, «que incorporó tecnologías que son prácticamente idénticas a las utilizadas en su programa de misiles balísticos ilegales», lo que «violó múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, ha indicado que han «mantenido estrechas consultas» con sus homólogos de Corea del Sur y de Japón «con respecto al lanzamiento» y ha instado a «todos los países a condenar los programas ilegales de armas de destrucción masiva y misiles balísticos» de Corea del Norte.
Asimismo, en declaraciones realizadas en una rueda de prensa, ha pedido a la comunidad internacional «presionar a las autoridades norcoreanas para que entablen un diálogo serio, algo que hasta la fecha se ha abstenido de hacer». Miller ha recordado que Washington acogería «con agrado» que China «desempeñara cualquier tipo de papel productivo en la lucha contra las armas ilegales de destrucción masiva de Corea del Norte».
Las autoridades de Corea del Norte informaron el lunes de que el cohete había explotado en el aire, indicando que la explosión se ha debido seguramente a un fallo del motor. Previamente, el Ejército surcoreano informó de la detección de un lanzamiento, agregando que la última fase del plan no se habría completado con éxito, por lo que varias piezas han precipitado al mar poco después del lanzamiento.
El lanzamiento coincidió con la cumbre tripartita entre el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, y los primeros ministros de China y Japón, Li Qiang y Fumio Kishida, respectivamente, y supone el último intento de poner en órbita un satélite espía después de haberlo logrado poner otro en órbita en noviembre de 2023. Entonces, el régimen de Kim Jong Un advirtió de que tenía previsto poner otros tres en órbita este año, pese al temor de otros países de la zona a que este tipo de actividades permitan a Pyongyang mejorar su capacidad militar.