París, 28 may (EFE).- Tomás Martín Etcheverry, 29º del mundo y tercera raqueta argentina del momento, reconoció «la dureza» de jugar ante los cerca de 10.000 espectadores de la chancha Suzanne Lenglen en su contra, que apoyaron con fervor al francés Arthur Cazaux (77º del mundo) en la primera ronda de Roland Garros.
«Ya me ha tocado jugar contra varios jugadores franceses en su país. Reconozco que se hace difícil cada momento, pero es algo que ya me ha pasado en Chile y Brasil», dijo ante los medios Etcheverry, quien, a pesar de tener el público en contra, ganó en cuatro sets al joven Cazaux por 3-6, 6-2, 6-1 y 6-4.
«Sabía que iba a ser difícil», abundó el tenista argentino, quien ahora espera rival del cruce entre el francés Arthur Rinderknech y el australiano Adam Walton.
Etcheverry, cuartofinalista en el Roland Garros de 2023 y finalista en el torneo de Lyon de este año, reconoció que la humedad de estos días en París hace que las condiciones de juego sean distintas a las habituales en la arcilla francesa.
«La bola va más lenta, hay que pegarle más fuerte, emplearse más físicamente, es totalmente diferente al año pasado», señaló el admirador de Novak Djokovic.
«Por eso -añadió- intento recuperarme bien y dormir bien por el esfuerzo físico que las nuevas condiciones implican». EFE
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