Los jefes del Cártel de Sinaloa son objetivos prioritarios para el gobierno de EEUU. (Infobae México/Jovani Pérez)
A casi diez años de haber expandido sus negocios criminales a través del tráfico de fentanilo, el Cártel de Sinaloa se mantiene como una de las organizaciones delictivas de mayor atención para Estados Unidos.
En el reporte National Drug Threat Asessment 2024, publicado en días recientes, se establece que este grupo criminal es uno de los más violentos y prolíficos en cuanto al trasiego de distintos narcóticos en todo el mundo.
“Dirigen el contrabando de fentanilo y otras drogas ilícitas a Estados Unidos todos los días, desde pequeños paquetes llevados por ‘mulas’ humanas hasta toneladas de sustancias mezcladas con mercancías legales ocultas en tráileres”, establece el documento.
Sus pininos en la producción de fentanilo, un opioide 50 veces más fuerte que la heroína, pueden rastrearse en las montañas cercanas a la ciudad de Culiacán. No obstante, con el paso del tiempo y la experiencia que tenían con la manufactura de metanfetamina, los jefes del cártel ahora controlan el mercado de esta droga gracias a una cadena de suministros a nivel global.
Fentanilo decomisado en San Diego
Las insólitas técnicas del Cártel de Sinaloa para mover droga
Además de las rutas marítimas y terrestres que el Cártel de Sinaloa utiliza en favor de su esquema criminal, la DEA incluyó en su reporte algunas de las tácticas más peculiares con las que han cruzado la droga por la frontera sur de Estados Unidos.
El 10 de febrero de 2017, un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza de Tucson, Arizona, vigilaba el puerto de entrada de Douglas cuando, a lo lejos, observaron a varias personas alejándose de la valla que divide los territorios.
Al acercarse, los uniformados encontraron una catapulta y dos paquetes de marihuana con un peso de aproximadamente 21 kilogramos.
Catapulta usada por el Cártel de Sinaloa para lanzar droga a EEUU. (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos)
Miembros del Cártel de Sinaloa habían soldado este mecanismo a la valla metálica para lanzar pequeñas cantidades de narcóticos hacia Estados Unidos, acorde con los registros de la Administración de Control de Drogas (DEA) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
En contraste con este rudimentario procedimiento, el grupo criminal —dividido actualmente en al menos tres facciones— también ha aprovechado los avances tecnológicos para traficar sustancias ilícitas.
En 2017, agentes de la Patrulla Fronteriza escucharon que un dron sobrevolaba el área de San Ysidro en San Diego, California. Lo siguieron hasta una zona residencial, en donde el dispositivo arrojó un cargamento de poco más de cinco kilos de metanfetamina. Ahí, los oficiales detuvieron al joven Jorge Edwin Rivera, quien les confesó haber participado en al menos seis entregas de este tipo en los meses anteriores.
Dos años antes de este episodio, dos personas se declararon culpables de arrojar cerca de 12 kilos de heroína en Calexico, California, utilizando uno de estos aparatos.
La utilización de drones para este tipo de operaciones se ha reportado en distintos países alrededor del mundo. No obstante, acorde con el reporte de la DEA, no es una estrategia habitual para el Cártel de Sinaloa, pues limita la cantidad de sustancias que se pueden transportar.
