La cotización de la moneda japonesa frente al dólar llegaba a desplomarse este lunes más allá de los 160 yenes por cada ‘billete verde’ registrando así su peor cruce desde abril de 1990, después de que el Banco de Japón decidiera la semana pasada mantener sin cambios su política monetaria.
De este modo, en las primeras horas del lunes el cambio del dólar llegaba a alcanzar un máximo de 34 años al subir hasta los 160,20 yenes, su mejor cruce desde el 18 de abril de 1990.
En lo que va de año, la moneda estadounidense se ha revalorizado alrededor de un 14% frente a su contraparte nipona, ya que al comienzo de 2024 cada dólar se cambiaba por 140,82 yenes.
El Consejo de Política del Banco de Japón decidió el viernes por unanimidad mantener la tasa de referencia a corto plazo en un rango del 0% al 0,1%, sin cambios respecto de su anterior reunión y demorando por el momento el esperado endurecimiento de la política monetaria del país.
Asimismo, el banco central japonés revisó a la baja su previsión de crecimiento para 2024, hasta una expansión del 0,8% desde el 1,2% anticipado en enero, mientras que mantuvo en el 1% el pronóstico de 2025 y confía en que en 2026 el PIB de Japón crecerá un 1%.
En cuanto a la inflación, la entidad revisó cuatro décimas al alza la previsión del IPC de referencia (sin alimentos frescos), hasta el 2,8% en 2024, y al 1,9% desde el 1,8% el de 2025, mientras que para 2026 espera una subida de los precios del 1,9%.
No obstante, la entidad mantuvo sin cambios sus previsiones de inflación subyacente en el 1,9% este año y el siguiente, mientras que la tasa alcanzará el 2,1% en 2026.