Kike Serrano Mirones
Santander, 1 jun (EFE).- El racinguismo se ha conjurado este sábado, en el entrenamiento del club santanderino previo a su viaje a Villarreal, en las Instalaciones Nando Yosu, de cara al decisivo partido que los de José Alberto López tienen ante el filial ‘groguet, en el que necesitan un punto para asegurar la promoción de ascenso a Primera División.
La cuadragésima segunda jornada de LaLiga Hypermotion, es decir, la última, dictará sentencia para los verdiblancos que tienen ante sí la posibilidad de pelear por volver a la máxima categoría del fútbol español, tras doce años en Segunda División y, sobre manera, en la antigua Segunda B.
Unas 200 personas no han parado de alentar a su equipo durante el entrenamiento, en un día pasado por agua, consciente de lo mucho que se juega el Racing, este domingo, a las 18.30 horas, en La Cerámica.
La afición racinguista ha presenciado unos rondos, una posesión de tres equipos y dos partidillos, uno condicionado y otro con libertad de toques.
Han participado todos los futbolistas disponibles, a excepción de Mantilla y Grenier, que padecen una lesión muscular, aunque Iván Morante, sancionado por cinco tarjetas amarillas, realizó parte de la sesión en solitario.
De los jugadores del Rayo Cantabria han estado, como durante toda la semana, Marcos Bustillo y Neco Celorio, que viajarán con el primer equipo a tierras valencianas.
Tras finalizar el entrenamiento, los jugadores y el cuerpo técnico han saludado a su afición, aunque no han hecho el ya clásico salto con la canción de «Dueños de una pasión», puesto que tenían que salir rápido de La Albericia para coger el vuelo que les lleve a Castellón. EFE
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