Barcelona, 12 abr (EFE).- El presidente del PP de Cataluña y candidato popular a la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernández, ha prometido este viernes eliminar impuestos autonómicos y ha asegurado que, mientras siga el proceso independentista, es «absolutamente inviable» pactar una nueva financiación autonómica.
En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Fernández ha anunciado que si el PP gobierna la Generalitat deflactará el tramo autonómico del IRPF, suprimirá el impuesto de sucesiones y otros tributos autonómicos como el del CO2, el de las bebidas azucaradas o el canon del agua e incrementará hasta 700.000 euros el límite de exentos del impuesto de patrimonio, para avanzar hasta su supresión.
Sobre la financiación autonómica, el líder del PPC ha remarcado que para lograr un nuevo pacto es «imprescindible» que haya «confianza y estabilidad», unas condiciones que, a su juicio, no se dan mientras dure el proceso independentista.
«Mientras siga el procés, no hay la confianza suficiente, y se ha demostrado. Gobierne quien gobierne, es imposible tener la confianza necesaria para hacer un reparto de la financiación en el conjunto de España con una parte que dice que España es un Estado fascista y que declarará mañana la independencia, es absolutamente inviable», ha subrayado.
Fernández ha señalado que «lo que funciona son los acuerdos que se hagan a nivel nacional, en el conjunto de España, firmados por todos» y ha apelado al «realismo»: «Todo lo que sea plantear imposibles que no puedan tener el acuerdo de todos no funciona».
Preguntado por la reivindicación del Govern de un modelo de financiación similar a la cuota vasca, ha asegurado que «todos los que dicen defender el concierto económico para Cataluña están mintiendo»: «Engañan a la gente, no quieren esto porque deberían enfrentarse directamente a sus propias vergüenzas».
Según Fernández, «los gobiernos catalanes nunca en la vida han querido recaudar los impuestos porque, claro, cuando recaudas los impuestos te piden explicaciones».
«Cataluña no tiene las mismas características de Navarra y el País Vasco. Este debate se produjo en la transición, y la cultura política respecto a la financiación de los que han gobernado en Cataluña es el ‘peix al cove’ (pájaro en mano, basada en arañar avances limitados en recursos y competencias para Cataluña), no es el pacto fiscal o el fuero vasco», ha concluido.
Fernández ha denunciado el «infierno fiscal» que sufre Cataluña y que, según ha dicho, provoca la marcha de empresas y es una de las causas de la «decadencia» de la comunidad.
Ante esta situación, ha anunciado que si tras el 12M tiene la oportunidad de gobernar deflactará el IRPF, suprimirá «con efecto inmediato» el impuesto de sucesiones, y avanzará hacia la supresión del impuesto de patrimonio, con un primer incremento hasta los 700.000 euros del límite exento.
«Y una cuestión que tengo muy clara si tuviera la opción de gobernar: al día siguiente eliminaría el canon del agua, el impuesto de las bebidas azucaradas y el impuesto que más indigna de todos, el del CO2, que graba a las familias humildes que no se pueden permitir los lujos asiáticos de cambiarse de coche cada tres años», ha indicado.
El dirigente popular ha reiterado su rechazo a cualquier acercamiento con el nacionalismo catalán y con Junts, una posición que en verano le llevó a discrepar abiertamente con la dirección del PP por sus tanteos con los posconvergentes, y ha remarcado que el partido del expresidente catalán Carles Puigdemont se ha transformado en un movimiento «nacional populistas de cariz supremacista».
«No hay dentro de Junts una alternativa, todo el mundo la busca, como un unicornio. El moderado de Junts, que no lo busquen. De hecho, cada vez aparece uno peor», ha indicado Fernández, que se ha mostrado comprensivo con los «nostálgicos de los 90», pero ha avisado que «Junts cada vez es peor, su retórica es cada vez más irrespetuosa».
Por ello, ha rechazado cualquier intento de negociar con Junts: «Tú no puedes sentarte a hablar con alguien que dice que eres un colono fascista representante del Estado opresor». EFE
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