El vencedor de las elecciones presidenciales de marzo en Senegal, Bassirou Diomaye Faye, ha tomado posesión este martes de su nuevo cargo, en una ceremonia en la que ha estado arropado por otros líderes de la región y que ha supuesto la investidura del que ya es el mandatario más joven de toda África, con 44 años de edad.
Faye se impuso en primera vuelta al exprimer ministro Amadou Ba, designado por el oficialismo para tratar de recoger el testigo de Macky Sall. El aspirante opositor capitalizó en torno a su figura el respaldo de seguidores de otros rivales como el popular Ousmane Sonko, excluido de la terna final de candidatos.
El nuevo mandatario ha recitado el tradicional discurso de investidura, en virtud del cual «jura cumplir fielmente» el cargo presidencial y «observar escrupulosamente las disposiciones de la Constitución y de las leyes», así como «defender las instituciones, la integridad del territorio y la independencia nacional».
Entre los invitados al acto, celebrado en el palacio presidencial de Dakar, han figurado las dos esposas de Faye –es el primer presidente de Senegal polígamo– y mandatarios de otros países de la región, como los de Nigeria, Mauritania, Gambia, Guinea y Guinea Bissau.
Senegal busca pasar página a varios meses de cierta inestabilidad, después de que Sall aplazase por sorpresa las presidenciales y surgiesen dudas sobre su relevo, ya que la Constitución establece que debía abandonar el poder a principios de abril.
El mandatario saliente se mantendrá como líder de su partido, pero lo compatibilizará con el de enviado especial del Pacto de París para los Pueblos y el Planeta, creado para combatir la pobreza, favorecer el desarrollo sostenible y apoyar a países vulnerables.