Beirut, 8 abr (EFE).- El líder del grupo chií libanés Hizbulá, Hasán Nasrala, reveló este lunes detalles sobre el apoyo recibido de la Guardia Revolucionaria de Irán a lo largo de las últimas cuatro décadas, en una inusual admisión con motivo del asesinato de varios asesores iraníes en un bombardeo israelí en Damasco.
«Enfrentamos un problema en cuanto a las figuras no públicas, si revelamos hechos sobre su trabajo estaríamos agrandando los logros del enemigo y, si los ocultamos, estaríamos degradando los derechos del mártir (…) Desde 1982, la Guardia ha estado presente en Siria y el Líbano», reconoció el clérigo chií.
Así lo dijo en un discurso televisado para recordar el ataque de hace una semana contra el consulado iraní en Damasco, donde murieron seis sirios y siete miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos el líder de su rama Fuerzas Quds para Siria y el Líbano, general de brigada Mohamed Reza Zahedi.
Nasrala reconoció que ese fue el bombardeo de mayor envergadura «en años» dentro del territorio sirio y destacó cómo supuso un ataque directo «contra Irán» y también conllevó una subida en el nivel del objetivo al ir dirigido contra «el asesor oficial en Siria», Zahedi.
Según detalló, la Guardia ha estado presente a ambos lados de la frontera sirio-libanesa desde poco después de la invasión israelí al sur del Líbano en 1982 y Zahedi, en concreto, pasó 14 años de su vida «entre nosotros» hasta su asesinato el pasado lunes en Damasco.
«Zahedi nos acompañó durante la temporada de apogeo antes de 2000 (año de la retirada israelí del Líbano). Pasó cuatro años y nos acompañó hasta después de la liberación para prepararnos para el enemigo», afirmó el líder de Hizbulá en su intervención.
El alto mando iraní regresó al país mediterráneo durante dos periodos más a partir de 2008 y de 2020.
El clérigo chií comentó que durante su última visita Zahedi insistió en que había viajado para «ser un mártir» y en que Nasrala tenía «prohibido» privarle de «ir al frente y al sur», como reconoció que hizo tras el estallido de la guerra de Gaza.
Hizbulá recibe supuestamente armas y entrenamiento militar de sus aliados iraníes, pero ninguna de las partes se suele pronunciar públicamente al respecto, al igual que ocurre con la presencia de miembros de la Guardia Revolucionaria en diversas áreas del territorio sirio.
El grupo libanés forma parte también del denominado Eje de la Resistencia, una alianza informal antiisraelí capitaneada por Teherán en la que se incluyen los rebeldes hutíes del Yemen, Siria, las facciones palestinas y una serie de milicias iraquíes.
Al igual que otros miembros del Eje, la formación libanesa abrió un frente de apoyo al movimiento islamista palestino Hamás hace ahora seis meses y en este marco está enzarzado en un intenso fuego cruzado con Israel desde el sur del Líbano. EFE
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