Rafael Grossi
El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha afirmado este lunes que la situación de la central nuclear de Zaporizhzhia, en el sureste de Ucrania pero bajo control ruso, sigue siendo “precaria” tras los ataques registrados el pasado mes de abril.
Grossi ha explicado ante la Junta de Gobernadores del OIEA desde la capital austriaca, Viena -donde el organismo tiene su sede-, que los siete pilares de la seguridad nuclear que describió al comienzo del conflicto “se han visto completa o parcialmente comprometidos”.
Entre estos puntos está garantizar la integridad física de las instalaciones nucleares; el funcionamiento de los sistemas de seguridad; el trabajo del personal; el suministro eléctrico o las cadenas de suministro y transporte. “A principios de abril, la planta de Zaporizhzhia sufrió ataques directos por primera vez en casi un año y medio. Estos ataques violaron el primero de los cinco principios concretos para proteger la central de Zaporizhzhia que expuse a la junta por primera vez hace un año”, ha subrayado.
FILE PHOTO: A view shows Zaporizhzhia Nuclear Power Plant from the bank of Kakhovka Reservoir near the town of Nikopol, amid Russia’s attack on Ukraine, in Dnipropetrovsk region, Ukraine June 16, 2023. REUTERS/Alina Smutko/File Photo (Alina Smutko/)
Grossi ha destacado además que estos ataques y la desconexión “frecuente” de las líneas eléctricas externas debido a la actividad militar sobre la zona están creando una “situación grave” que ya describió el pasado 25 de abril ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“Cuestiones relacionadas con el personal, las inspecciones rutinarias y el mantenimiento de las estructuras de seguridad, sus sistemas y componentes; la confianza en las cadenas de suministro, así como los protocolos de emergencia, siguen siendo un desafío y plantean riesgos para la seguridad nuclear”, ha explicado.
Sus palabras se producen tras su reciente viaje a la ciudad rusa de Kaliningrado, donde se reunió con el director de la empresa estatal nuclear Rosatom, Alexei Lijachev. El jefe del OIEA también se citó con el presidente ruso, Vladimir Putin, en Sochi, el pasado mes de marzo.
La central de Zaporizhzhia ha mantenido desde abril sus seis unidades en parada en caliente desde que se registraran estos ataques, que dejaron al menos tres trabajadores heridos y provocaron daños superficiales en sus instalaciones, con rusos y ucranianos culpándose mutuamente de los impactos.
Proliferación nuclear
Logotipo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Viena, Austria (REUTERS/Leonhard Foeger) (Leonhard Foeger/)
Grossi también se ha referido al programa nuclear iraní, que formalmente solo tiene fines civiles, y ha advertido de que si finalmente Teherán consigue armamento nuclear otros países también se harán con este tipo de bombas.
“Muchos países han dicho que si Irán se hace con un arma nuclear, ellos también harán lo mismo. Creo que lo hemos escuchado muy claramente de muchos países”, ha afirmado Grossi desde Viena. El responsable del OIEA ha mencionado expresamente a Arabia Saudí.
“Tenemos que evitar un agravamiento de la erosión del régimen de no proliferación. Es muy importante y creo que mis colegas iraníes lo saben. Creo que añadir armas nucleares al caldero de Oriente Próximo es una muy mala idea”, ha argumentado.
Para evitarlo ha pedido a Irán más transparencia sobre su programa nuclear ante los procesos de enriquecimiento de uranio a nivel cercano al necesario para la fabricación de bombas. Irán ha rechazado la presencia de inspectores experimentados y no da información sobre instalaciones nucleares antiguas en las que se han detectado trazas de material nuclear.
Ante esta situación, Alemania, Francia y Reino Unido han preparado un borrador de resolución que se presentará a la mesa de gobernadores del OIEA que se reunirá esta misma semana en Viena.
(Con información de EP)