La tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó el pasado mes de marzo en el 3,2%, dos décimas por debajo de la subida de los precios registrada en febrero y la menor lectura del índice desde septiembre de 2021, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
De este modo, el IPC británico continúa moderándose desde que en octubre de 2022 alcanzase un récord desde 1997 del 11,1%, aunque la bajada registrada en el tercer mes de 2024 ha sido menos intensa de lo esperado por el consenso del mercado, lo que podría frenar el giro en la política monetaria del Banco de Inglaterra.
La subida del coste de la vida en Reino Unido se vio impulsada principalmente por el encarecimiento del 4% de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, frente al 5% de febrero, mientras que el tabaco y el alcohol subieron un 12,1%, dos décimas más que el mes anterior.
De su lado, el encarecimiento del conjunto de bienes se desaceleró al 0,8% desde el 1,1% de febrero, mientras que el de los servicios se moderó apenas al 6% desde el 6,1%.
De este modo, al descontar el impacto de la energía y de los alimentos frescos, el IPC subyacente aumentó un 4,2% interanual en marzo, frente al 4,5% del mes anterior.