El impresionante concierto que Isabel Pantoja ofreció en el Wizink Center de Madrid el pasado sábado sigue dando mucho que hablar. Y no por su derroche de voz y arte ni por su resurgir propio del ‘Ave Fénix’ que hizo delirar a sus fans -que llevaban años pidiendo a la tonadillera que volviese a ser la misma de siempre- sino porque estuvo a punto de no salir al escenario a cantar.
Algo desató su furia y amenazó con suspender la actuación si no se respetaban sus deseos. ¿El motivo? Que su peluquero, Antonio Abad, se quedó fuera de su staff de trabajo y a pocas horas del arranque del concierto, y viendo que no tenía a su lado al onubense, Isabel no dudó en usar todas sus armas para que fuese su hombre de confianza el que la peinase como en todos y cada uno de sus compromisos.
El problema, como ha revelado Antonio Rossi en ‘Vamos a ver’, fue que el papeleo formal laboral de Abad «se traspapeló», siendo el único miembro del equipo que acompaña a la artista que no estaba ‘dado de alta’ para poder trabajar ese día. Una ‘pérdida’ de su contrato que para algunas personas del entorno de Pantoja sería «casual», pero para otros «deliberado», ya que desde la gira por Estados Unidos de febrero de 2023 habría ‘alguien’ que estaría forzando para apartar a determinadas personas de la Isabel.
Fuese provocado o una simple casualidad, lo cierto es que viendo que nadie solucionaba el problema, la viuda de Paquirri se plantó y amenazó con que o entraba el peluquero o no salía a cantar. Un ultimatum que dio sus frutos porque Antonio, aunque al límite, pudo peinar a la tonadillera como ella quería.
Al margen de esta anécdota, Pantoja no puede estar más feliz y emocionada tanto con cómo salió el concierto como con la acogida del público, y ya cuenta los días para volver a subirse a un escenario en Tenerife.