El Gobierno de Ecuador ha decretado este miércoles un nuevo estado de excepción que se aplicará durante 60 días en siete provincias del país ante la violencia armada y pese a las denuncias de «graves violaciones» de los Derechos Humanos en el marco de la lucha contra las pandillas.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha dispuesto el estado de excepción en las provincias de Los Ríos, Guayas, Santa Elena, Manabí, El Oro, Sucumbíos, Orellana, y en el cantón Ponce Enríquez en Azuay, según reza un comunicado de la Presidencia.
«Los grupos narcoterroristas se han atrincherado y han concentrado sus acciones criminales principalmente en estas zonas. Por lo que la medida presidencial marcará el inicio de la ‘fase 2’ en esta lucha, fortaleciendo las acciones de seguridad mediante el estado de excepción», ha indicado.
Por último, las autoridades han concluido que «la seguridad de todos es prioridad para el Gobierno de Noboa». «El nuevo Ecuador no retrocederá en su plan de erradicar la violencia terrorista en todo el país, no podemos perder lo que hemos ganado. Por ello, continuará con operativos que permitan desmantelar estas redes criminales», ha manifestado.
Durante la jornada, la organización Human Rights Watch (HRW) ha alertado de que las fuerzas de seguridad ecuatorianas han incurrido en «graves violaciones» de los Derechos Humanos en el marco de la lucha contra las pandillas, señalando que estas aciones incluyen, al menos, una posible «ejecución extrajudicial» y «múltiples casos de detenciones arbitrarias y malos tratos por parte de las fuerzas y cuerpos del Estado.
A pesar de que los homicidios han ido disminuyendo, las extorsiones y los secuestros han aumentado y la situación de seguridad «sigue siendo grave», según una carta enviada por la ONG al presidente ecuatoriano. Así, ha señalado que, «en lugar de anunciar sin fundamento la existencia de un ‘conflicto armado’, el Gobierno debe responder a la violencia con una política de seguridad efectiva» que proteja a los ciudadanos y sea respetuosa con los Derechos Humanos.
Los homicidios en Ecuador aumentaron un 574,30 por ciento entre 2019 y 2023, elevando la tasa de homicidios de poco más de 7 a más de 47 por cada 100.000 habitantes, según cifras del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado. Dos bandas principales –Los Choneros y Los Lobos– se han aliado con narcotraficantes colombianos, mexicanos y albaneses, y luchan por el control del territorio y de las rutas del narcotráfico en el país.
El anuncio de un «conflicto armado» tras el violento asedio a la sede del canal estatal TC Televisión por parte de hombres armados y la fuga de prisión de José Adolfo ‘Fito’ Macías Villamar, líder de Los Choneros, llevó a Noboa a declararle la guerra a más de una veintena de grupos del crimen organizado, a los que calificó de «terroristas».