El estado estadounidense de Misuri ha llevado a cabo este martes la ejecución de Brian Dorsey por un asesinato doble cometido en 2006 y después de que el gobernador denegara el indulto pese a que decenas de funcionarios penitenciarios habían pedido perdonarle la vida.
Las autoridades han realizado la ejecución del preso, de 52 años, mediante inyección letal sobre las 18.10 horas (hora local, 01.10 hora peninsular española), según ha indicado el Departamento correccional de Misuri y ha recogido la cadena de televisión estadounidense CNN.
La ejecución se ha producido horas después de que el Supremo de Estados Unidos se negara a intervenir y un día después de que el gobernador republicano, Mike Parson, rechazara la petición realizada por defensores para que se conmutara la pena de muerte por cadena perpetua.
Los abogados de Dorsey han mencionando su rehabilitación mientras estaba tras las rejas y su representación en el juicio por abogados que supuestamente tenían un «conflicto de intereses financieros». También han indicado que, además de estar «profundamente arrepentido», los asesinatos se produjeron mientras sufría una «psicosis inducida por drogas y un desmayo por alcohol» tras años de sustancias para automedicarse una depresión crónica.
Estos argumentos, sin embargo, no han sido suficientes para convencer a Parson, que afirmó hace unos días que la ejecución de la sentencia «haría justicia». Se trata de la primera ejecución en Misuri este año, después de que en 2023 se produjeran cuatro.
Dorsey fue declarado culpable de matar el 23 de diciembre de 2006 a su prima, Sarah Bonnie, y a su marido, en la casa de la pareja. Los registros judiciales indican que ese mismo día Dorsey había llamado a Sarah para pedir dinero prestado para pagar a dos traficantes de drogas que estaban en su vivienda.
Tras ello, tal y como indican los fiscales, los tres fueron a casa de Bonnie y, cuando se fueron a dormir, sacó una escopeta del garaje y los mató a ambos, antes de agredir sexualmente a su prima. Además, robó varios artículos de la casa y trató de pagar la deuda con ellos.
Un día después, los padres de Sarah acudieron a su domicilio, ya que no se presentaron a una reunión familiar. Allí, encontraron viendo la televisión a la hija de la pareja, de cuatro años, quien les dijo que su madre «no se despertaba». Dorsey se entregó a la Policía el 26 de diciembre.