Manuel Benítez ‘El Cordobés’ le cortaba la coleta a su hijo hace apenas unos meses, dando por zanjada su carrera como torero y dando comienzo a una nueva etapa de su vida. En estos meses ha querido seguir apoyando la tauromaquia en cada oportunidad que se le ha brindado y, como no podía ser de otra manera, Manuel Díaz ‘El Cordobés’ era escogido por Córdoba para ser el pregonero de las fiestas de mayo de este año. Sin pensárselo dos veces, el torero volvía a la que ha llamado en varias ocasiones «su tierra», dispuesto a declarar su amor a la ciudad y, también, a su padre.
Manuel Díaz ‘El Cordobés’ recordaba cómo de pequeño veía que le comparaban con su padre, quien era aclamado por todos como un héroe, algo que él sentía de una manera especial por compartir su sangre: «Aunque era un chavalillo que solo soñaba con la grandeza de enfrentarse a un toro en medio de aquel albero, la gente me comparaba con el mayor de los toreros, con el ídolo, el más famoso del mundo entero. Para vosotros, vuestro héroe. Para mí, solamente mi padre». Aprovechaba también para defender la gran figura del toreo que fue su padre: «Símbolo de una época, de un tiempo, de unas condiciones de vida muy duras, Manuel Benítez constituye en sí mismo un ejemplo extraordinario que explica una época reciente de nuestra sociedad». Desde el patio de butacas, sonreía y aplaudía al escuchar estas palabras que pronunciaba su hijo: «El cordobés más ilustre, más famoso y que ha llevado el nombre de Córdoba por los cinco continentes es Manuel Benítez. Es mi padre».
También quiso hablar de la época en la que estuvieron distanciados, reconociendo que esa circunstancia le ha ayudado a ser la persona que es hoy en día, quitándole hierro a un tema delicado: «Yo le tengo que agradecer tanto a este hombre, a este ser humano, me ha dado tanto, pero me ha dado quitándome, que es lo más bonito de la vida, y ahora me lo están devolviendo. Entonces yo eso lo he tenido dentro siempre». Recordaba cómo tenía como único objetivo el estar a su lado y conocerle de primera mano: «Es mi héroe, mi ídolo, a quien me quiero parecer, como quiero ser. Y quiero que me cuenten de él, que me hablen de él, porque me apasiona él. Porque no me importa otra cosa en el mundo nada más que estar a su lado. No quiero más nada».
Quiso dedicar unas palabras también a su familia materna, a quien le está muy agradecido por haberle hablado siempre de su padre con respeto y orgullo. «Aparte de que nunca podré agradecer más a mi familia materna, a mi abuela Dolores, que en paz descanse. El amor que me inculcaron, el respeto que me inculcaron, el cariño que me inculcaron hacia una persona que ni siquiera había conocido hasta ese día» decía con cariño, mirando hacia el cielo. Confesaba que su madre se encuentra pasando un bache de salud y ha querido llevarle a casa para poder cuidarle y estar junto a ella.
Al terminar el pregón, bromeaba diciendo que «tengo la boca más seca que cuando me declaré a Virginia». Después de que el público riera a carcajadas, Manuel Díaz ‘El Cordobés’ animaba a los allí presentes a cantar con él la canción ‘Soy cordobés’ dedicándosela a su padre. Bajaba al patio de butacas y se reencontraba con él, fundiéndose en un entrañable abrazo celebrado por todos. Le pedía que se uniera a él en el escenario y juntos recibían un regalo de parte de la organización. El torero y su padre compartían un momento de lo más emotivo, algo que no olvidarán y que podrán recordar el resto de sus días.