El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este jueves una resolución que pide a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que detengan de inmediato el asedio contra la ciudad sudanesa de El Fasher, capital de Darfur Norte (oeste), en el marco de la guerra desatada desde abril de 2023 en el país africano.
La resolución, impulsada por Reino Unido, ha sido aprobada con 14 votos a favor, si bien Rusia se ha abstenido. El texto expresa profunda preocupación por los continuados ataques a la ciudad y alerta del riesgo de una mayor escalada en la región.
«La adopción de esta resolución manda un mensaje claro. El Consejo exige que las RSF pongan fin inmediato al asedio de El Fasher y que todas las partes se alejen del abismo. Un ataque a la ciudad sería catastrófico, con 1,5 millones de personas refugiadas en la ciudad», ha indicado la representante de Reino Unido ante la ONU, Barbara Woodward.
El texto exige que las partes garanticen la protección de los civiles, lo que incluye la entrada y salida de civiles de El Fasher, así como que faciliten «el paso rápido, seguro, sin obstáculos y sostenido de ayuda humanitaria», con la apertura del paso de Adre.
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar –ahora declarado como una organización terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento definitivo de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento del régimen de Omar Hasán al Bashir.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los combates han dejado ya más de diez millones de desplazados internos. El conflicto en el país, en el que viven cerca de 50 millones de personas, tiene su epicentro durante las últimas semanas en la ciudad de El Fasher, capital de Darfur Norte, donde cerca de 800.000 civiles permanecen atrapados en medio de los intensos enfrentamientos entre el Ejército y las RSF, que impusieron un cerco a la ciudad.