El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha mostrado este miércoles su «repudio» al «insolente» comunicado de la Unión Europea, que hizo un llamamiento a «reconsiderar su decisión», insistiendo en que el acuerdo de Barbados, firmado por las autoridades venezolanas y partidos de la oposición, «establecía específicamente que la UE sería invitada a observar» los comicios.
El organismo ha señalado que el documento «emite consideraciones que son de exclusiva competencia de los venezolanos, convirtiéndose en un nuevo acto injerencista, que pretende interferir en las decisiones del CNE».
«Ningún organismo extranjero tiene competencias para decidir sobre el programa de veeduría electoral de Venezuela. Las decisiones que se toman en el seno del CNE se realizan en ejercicio de soberanía, y en el caso particular de revocar la invitación a la UE, corresponden a la actitud hostil e irrespetuosa de este bloque», reza un comunicado.
Asimismo, ha aseverado que la UE «se ha comportado como un actor parcializado y agresivo, lo cual infringe la dignidad nacional y adicionalmente se convierte en un factor de perturbación a los procesos electorales, manteniendo la ilegal e ilegítima aplicación de medidas coercitivas, unilaterales y genocidas, con el único objetivo de ocasionar daños en la población venezolana».
Por último, ha reiterado que la presencia de la misión de la Unión Europea «no será grata» en «ningún proceso electoral que se celebre» en el país latinoamericano hasta que no levante la «totalidad de las sanciones». «Exigimos que cese su hostilidad, las prácticas neocoloniales, el asedio e intervencionismo que ejercen en los asuntos internos de Venezuela», ha zanjado.
La Unión Europea declaró este miércoles que sus medidas restrictivas «no afectan al pueblo venezolano», «ni a la economía venezolana, incluidos los servicios y bienes públicos», sino que se dirigen «exclusivamente» a «una lista limitada de personas, responsables de violaciones de los derechos humanos y de socavar la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela». Asimismo imponen un embargo al suministro de armas y a equipos que pueden utilizarse para la represión interna.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, alegó la renovación de las sanciones de la UE contra unos 50 individuos para dar marcha atrás en la invitación a que el bloque europeo mande una misión de observación electoral, una iniciativa que estaba siendo ultimada y que quedaba pendiente del acuerdo administrativo con las autoridades del país caribeño.
Precisamente la UE dio el paso hace dos semanas de retirar temporalmente una serie de sanciones a dirigentes en Venezuela en el marco de los esfuerzos para contar con unas elecciones presidenciales «inclusivas y competidas». Concretamente quitó de sus ‘lista negra’ a Amoroso y otros tres miembros del organismo. Se trataba de un «gesto» de los 27 para dar aire a los esfuerzos para cumplir con los acuerdos de Barbados y celebrar unas elecciones con competencia real, frente a un Nicolás Maduro que aspira a la reelección para prolongar su mandato hasta 2031.
Aparte el bloque europeo prorrogó el resto de sanciones que mantiene contra Venezuela por un período más corto, hasta el 10 de enero de 2025, coincidiendo con la fecha marcada para la toma de posesión del presidente electo venezolano que salga de las urnas en julio.