El Deportivo Alavés venció (1-0) al Getafe este sábado en el único partido de la jornada 37 de LaLiga EA Sports fuera del horario unificado del domingo, a priori sin nada en juego pero lejos de parecerlo por la batalla que quedó sobre el césped de Mendizorrotza.
Un gol de Carlos Vicente en el primer cuarto de hora dio la victoria a los vascos, que celebraron una permanencia ya atada de antemano con su público. El recién renovado Luis García Plaza dedicó un triunfo más a un Alavés que superó en la tabla al equipo madrileño, décimo a falta de la última jornada.
El encuentro estuvo marcado por las interrupciones, las faltas, las tarjetas amarillas, hasta 13 incluida la segunda que supuso la expulsión de Ilaix Moriba en el 95′. También hubo un «Greenwood muérete» desde la grada que detuvo el partido para lanzar el mensaje disuasorio por megafonía y un José Bordalás que terminó muy enfadado con el árbitro.
«El árbitro ha dicho ‘estoy hasta los huevos de aguantar a este equipo», dijo en declaraciones a Dazn, sobre lo que escuchó de Figueroa Vázquez, pidiendo sanciones para los árbitros lo mismo que las hay para jugadores y entrenadores.
El gol de Vicente subió con el suspense del VAR, más claro el anulado a Giuliano Simeone poco después. Kike García tuvo otra y, además del agua, ya llevaba un rato lloviendo tarjetas en Vitoria. Bordalás hizo dos cambios incluso antes del descanso, entraron Djené y Latasa, y el Getefe fue creciendo en la reanudación.
Alderete y Greenwood rondaron el empate, pero el cuadro vasco reaccionó para defender su terreno en un final trabajo que favoreció a los locales. El ‘Geta’ se fue desquiciado, con su cuarta derrota seguida y ese pique con el árbitro, aunque Bordalás también se encaró con el banquillo de un Alavés de fiesta, con Owono tomando el ritmo del bombo en la grada de Mendizorrotza.