El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, ha informado este viernes de que Estados Unidos y Reino Unido tomarán medidas adicionales para «interrumpir» los beneficios que Rusia obtiene del comercio de metales a fin de privar al país de «los ingresos necesarios para financiar su guerra ilegal contra Ucrania».
«Estados Unidos, en coordinación con el Reino Unido, está tomando hoy medidas adicionales para perturbar los ingresos rusos procedentes de su comercio de metales al prohibir la importación a Estados Unidos de aluminio, cobre y níquel de origen ruso», ha anunciado del Departamento en un comunicado.
En la misma línea, el Departamento del Tesoro estadounidense ha anunciado que prohíbe también «la exportación, reexportación, venta o suministro de servicios de garantía a cualquier persona ubicada en la Federación Rusa de aluminio, cobre o níquel de origen ruso en un intercambio global de metales y servicios a aquellos metales de origen ruso como parte de la liquidación física de un contrato de derivados», recoge la mencionada nota.
Estas prohibiciones, incluyen a la Bolsa de Metales de Londres y la Bolsa Mercantil de Chicago, dos de las más grandes del mundo, que «ya no aceptarán aluminio, cobre y níquel nuevos producidos por Rusia» reduciendo considerablemente los ingresos del Kremlin.
«Incapacitar la capacidad de (el presidente ruso, Vladimir) Putin para librar su guerra ilegal en Ucrania se logra mejor si actuamos junto con nuestros aliados. Gracias al liderazgo británico en esta área, nuestra acción decisiva con Estados Unidos para prohibir conjuntamente los metales rusos en las dos bolsas más grandes impedirá que el Kremlin canalice más dinero en efectivo hacia su maquinaria de guerra», ha argumentado el ministro de Hacienda británico, Jeremy Hunt.
Asimismo, «al tomar esta acción de manera específica y responsable», no solo se reducirán las ganancias de Rusia sino que al mismo tiempo EEUU Y Reino Unido «protegerán» a sus «socios y aliados de efectos colaterales no deseados», ha apostillado la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.
La medida no afectara, no obstante, a la adquisición de reservas existentes de metales rusos que ya se encuentran en bolsa, que no sufrirán restricciones «con el fin de evitar perturbaciones en los mercados».
De igual modo, quedan excluidos de esta acción el titanio y los metales del grupo del platino, como el platino y el paladio, «debido a sensibilidades en la cadena de suministro», ha razonado el Ejecutivo británico.
RUSIA TILDA LA ACCIÓN DE «DISPARO IMPRUDENTE»
El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, ha interpretado las nuevas sanciones contra Rusia como una señal de Washington a Kiev para que no acepte negociaciones con Moscú.
«Las estrictas prohibiciones anunciadas al comercio con nuestro aluminio, cobre y níquel son otro paso injustificado y politizado», ha denunciado Antonov en una publicación en el perfil de Telegram de la Embajada en la que ha calificado esta decisión como «una especie de disparo imprudente», «ni siquiera es un «disparo en el pie'».
A este respecto, el representante ruso ha criticado que «los propios estadounidenses ya han reducido al mínimo desde hace algún tiempo las compras de metales rusos», obligando a las empresas a «rechazar contratos favorables con proveedores confiables» de Rusia, y ha insinuado que la medida actual «se basa en cálculos para que los precios de las materias primas no se disparen en EEUU».
Sin embargo, ha defendido el embajador, estas sanciones pueden «provocar fácilmente desequilibrios en los mercados globales al involucrar a sus aliados».
«En este caso, el objetivo de las sanciones es claro: una señal a Kiev con indicaciones de que no acepte nada, incluso si eso conduce a la caída del frente», ha sentenciado Antonov, alegando que Estados Unidos ha presentado esas medidas ilegítimas como prueba de su «liderazgo» en la contención de Rusia.