Las Embajadas de Canadá, la Unión Europea, Francia, Alemania, Japón, Países Bajos, Noruega, Suecia, Suiza, Reino Unido y Estados Unidos han pedido este lunes al Gobierno de Sudán del Sur que elimine los impuestos a la entrega de ayuda humanitaria y que permita la entrada de camiones de Naciones Unidas y de los gobiernos donantes.
En un comunicado conjunto, han pedido al Gobierno de transición sursudanés que acabe «inmediatamente» con las recientes acciones que han impuesto «costes ilícitos e inaceptables» a los gobiernos donantes, a la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), a las agencias de la ONU y a sus socios.
En particular, las Embajadas han expresado su preocupación por el Permiso de Acreditación ‘ePetroleum’ que las autoridades sursudanesas están exigiendo para la entrada al país de camiones de combustible de la ONU y que, por tanto, está poniendo en riesgo la continuidad de sus operaciones en el país africano.
«Esta acción ilícita está afectando gravemente a la capacidad de la UNMISS, las agencias humanitarias de la ONU y los socios humanitarios para llevar a cabo su misión en apoyo del pueblo sursudanés», reza la nota de prensa.
Esta declaración se ha producido una semana después de que el organismo internacional haya alertado de la situación «crítica» de sus agencias sobre el terreno debido precisamente a la retención de estos camiones en la frontera de Sudán del Sur, lo que podría dar lugar a la cancelación temporal de muchas de sus actividades humanitarias. Asimismo, la ONU confirmó que no está siendo objeto de estos impuestos.
Más de 60.000 personas se han visto afectadas después de que se hayan interrumpido los envíos aéreos de asistencia al agotarse el combustible. Si se mantienen las tasas que el Gobierno ha impuesto en los pasos fronterizos, esta cifra aumentará a 145.000, ha advertido la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Según las estimaciones de la OCHA, estos impuestos añadirían 339.000 dólares mensuales (316.600 euros) al coste de la ayuda alimentaria y de las operaciones del Servicio Aéreo Humanitario de Naciones Unidas (UNHAS), lo que podría alimentar a más de 16.300 personas durante un mes.
«Ya hemos tenido que suspender los lanzamientos aéreos, lo que está afectando a las familias en los lugares más difíciles de alcanzar en el contexto de unas operaciones humanitarias ya recortadas. Pedimos al Gobierno de Sudán del Sur que respete todos los acuerdos con el personal humanitario, incluidas nuestras ONG asociadas, y elimine inmediatamente los nuevos impuestos y tasas para que podamos seguir apoyando a las personas necesitadas», ha declarado en un comunicado la coordinadora humanitaria para Sudán del Sur, Anita Kiki Gbeho.