Estados Unidos ha instado a Israel a que sea «totalmente transparente» en su investigación sobre un bombardeo llevado a cabo por el Ejército israelí contra una escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en un campamento de refugiados en el centro de la Franja de Gaza, que se ha saldado con la muerte de 40 palestinos, entre ellos 14 niños.
«El Gobierno de Israel ha dicho que van a publicar más información sobre este ataque, incluyendo los nombres de quienes han muerto. Esperamos que sean totalmente transparentes», ha señalado en rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Preguntado sobre si estos ataques cruzan la ‘línea roja’ descrita por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre una operación a gran escala por parte del Ejército de Israel en la Franja de Gaza, Miller ha explicado que ese no es el caso todavía.
«Hemos visto ataques que han puesto a civiles en peligro mucho antes de que el presidente dijera eso y le hemos dejado claro al Gobierno de Israel que esperamos que haga todo lo posible para minimizar el daño a civiles», ha subrayado.
Asimismo, ha resaltado que Israel ha llevado a cabo una operación militar para neutralizar a «objetivos legítimos» pese a que los miembros del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) se hayan escondido dentro del colegio y se hayan camuflado «entre civiles».
«Había militantes de Hamás que estaban empotrados directamente con los civiles y ellos tomaron la decisión de que no podían atacar a un combatiente sin causar un daño civil desproporcionado», ha indicado, agregando que han presionado a Israel para que lleven a cabo sus ataques con las armas «más precisas y pequeñas posibles».
El campamento de Nuseirat, creado en 1970, albergaba antes del estallido del conflicto a unos 80.200 refugiados, según datos de la UNRWA, y acoge 15 edificios escolares, un centro de distribución de alimentos, dos centros de salud, dos oficinas de servicios sociales y una oficina de mantenimiento y saneamiento.
El campamento, al igual que los de Bureij y Maghazi, está en el centro de la Franja de Gaza –en la provincia de Deir al Balá–. Tanto la ciudad de Deir al Balá como el campamento de Bureij son objetivo desde el martes de una nueva operación militar de Israel con el objetivo declarado de destruir «infraestructura terrorista» de Hamás.
El Ejército de Israel ya protagonizó en enero enfrentamientos con Hamás en Bureij, si bien hasta ahora no había lanzado una operación terrestre contra Deir al Balá, objetivo sin embargo de numerosos bombardeos en el marco de la ofensiva desatada contra el enclave tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por Hamás y otras facciones palestinas, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados.