Estados Unidos se ha mostrado a favor este miércoles del establecimiento de un Estado palestino independiente con «garantías de seguridad» para Israel, pero ha rechazado que el proceso se lleve a cabo en Naciones Unidas y ha propuesto «negociaciones directas» entre las partes.
«Eso es algo que debería hacerse mediante negociaciones directas entre las partes, algo que estamos procurando hacer en este momento, y no en Naciones Unidas», ha indicado el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, en rueda de prensa.
En este sentido, ha afirmado que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha participado de forma activa para que Israel obtenga «garantías de seguridad» como parte del proceso para establecer un Estado palestino.
Esto se produce después de que el representante palestino ante Naciones Unidas, Riad Mansur, enviara en la víspera una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, en la que renueva su petición de que se revise el estatus de Palestina como Estado observador no miembro del organismo.
PROCEDIMIENTO EN LA ONU
Para que Palestina pueda convertirse en miembro de pleno derecho de la ONU, su petición debe ser aprobada en el Consejo de Seguridad. Malta, país que ostenta la presidencia rotatoria este mes, tendría intención de someterlo a debate el próximo 18 de abril.
Al igual que otras resoluciones que se adoptan en el máximo órgano de la ONU, hacen falta al menos nueve votos a favor, de los quince países que lo componen, y ninguno en contra de los cinco miembros permanentes –Estados Unidos, Francia, Reino Unido, China y Rusia–.
A la luz de la composición actual del Consejo de Seguridad sería factible que Palestina recabara los nueve votos favorables, puesto que tanto China como Rusia le reconocen como Estado, al igual que Argelia, Ecuador, Guyana, Mozambique y Sierra Leona.
A estos siete respaldos podrían sumarse los de Malta y Eslovenia, los dos países que junto con España e Irlanda han adelantado su intención de reconocer a Palestina cuando se den las circunstancias adecuadas para ello, lo que sumarían los nueve respaldos necesarios.
Sin embargo, resulta más complicado evitar que no haya vetos por parte de los otros tres miembros permanentes del Consejo: Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Los dos últimos países podrían llegar a abstenerse pero en el caso de Washington, visto su tradicional respaldo a Israel, la opción más probable es que vetara la decisión.
De superarse este obstáculo, ‘a priori’ insalvable en las circunstancias actuales, la solicitud de entrada de Palestina a la ONU pasaría a la Asamblea General, donde son necesarios los votos favorables de dos tercios de los 193 estados que la componen.
Aquí lo tendría más fácil, puesto que actualmente hay unos 140 países que ya le reconocen como Estado y podría haber otros, como España, que aunque no han dado formalmente ese paso a nivel nacional pudieran aceptar que entrara en la ONU. Cabe recordar que España ya respaldó en el pasado la adhesión de Palestina a la UNESCO.