Los disturbios sucedieron en la previa y, afortunadamente, no se demoró el partido (Fotos: Gobierno de Mendoza)
La Policía de Mendoza detuvo a 19 hinchas de Independiente Rivadavia luego de que se generaran disturbios en la previa del clásico con Godoy Cruz. En medio del operativo de seguridad desplegado en el ingreso al estadio Bautista Gargantini, cuatro de los agentes policiales resultaron heridos, mientras que dos motos y una bicicleta pertenecientes a la fuerza provincial fueron dañadas.
Los 19 detenidos quedaron a disposición de la Justicia, aunque por diferentes motivos. Según el reporte del Ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia, nueve de los involucrados fueron arrestados por averiguación de antecedentes, ocho de ellos presentaban medidas pendientes relacionadas al Programa Tribuna Segura: uno por generar daños al Estado y el restante por portar un arma de fuego.
“En base a las actas finales, se analizará la situación de los detenidos a fin de que sean ingresados al programa Tribuna Segura”, explicaron desde la Dirección General de Relaciones con la Comunidad. En simultáneo, las autoridades informaron que cuatro policías sufrieron lesiones, mientras que dos motos del Grupo Operativo de Capital y una bicicleta de la Unidad Ciclística de Acción Rápida (UCAR) fueron dañadas por los barra bravas.
Por su parte, el director general de Relaciones con la Comunidad, Hernán Amat, aseguró que el operativo policial preparado para evitar situaciones de extrema violencia durante el partido fue exitoso. “Con un gran operativo, se llevó adelante un partido histórico para Mendoza. Gracias a las fuerzas policiales por su labor”, agradeció el funcionario público en su cuenta personal de X.
Más de 300 agentes participaron del operativo de seguridad
De la misma manera, las autoridades informaron que para el procedimiento de control participaron 225 efectivos policiales dentro de la cancha, mientras que otros 150 agentes fueron destinados a las tareas de control en los alrededores de los estadios.
Un incidente similar sucedió el pasado 8 de abril durante el partido que disputaron Godoy Cruz y Sarmiento de Junín por la fecha 13 de la Copa de la Liga. En esa oportunidad, los hinchas del Tomba se enfrentaron a la Policía, quienes tuvieron que disparar balas de gomas y gases lacrimógenos en el estadio Malvinas Argentinas para conseguir que el tumulto de gente se dispersara.
Apenas habían transcurrido los primeros 20 minutos del partido, cuando una serie de estallidos alertaron a los hinchas de la barrabrava que se encontraban en el recinto. Varios de los integrantes de la hinchada advirtieron a las autoridades, quienes interrumpieron el juego de manera preventiva.
Según la información publicada por el Diario Sol, los inconvenientes se reportaron en la zona del acceso a la bandeja popular ubicada en el ala sur del estadio. Pese a que no confirmaron la cantidad exacta, las autoridades estimaron que al menos unos 500 hinchas intentaron ingresar sin mostrar las entradas.
El clásico terminó en un empate 0 a 0
Si bien dentro del campo de juego no hubo que lamentar un hecho grave, las imágenes sí fueron preocupantes cuando se pudo ver que varios hinchas rompieron un alambrado perimetral para pasar de la popular hacia la platea. Familias completas, mujeres y niños intentaron resguardarse y se vivieron momentos de terror. Tras unos minutos, el árbitro Pablo Echavarría recibió el visto bueno del jefe de seguridad y el partido continuó.
Aparentemente, el conflicto fue motivado por una pelea interna de la barrabrava de Godoy Cruz. No obstante, los disparos en las afueras del estadio se reanudaron segundos después de que el árbitro tocara el silbato de inicio. Una vez más, el cronómetro del juego tuvo que pausarse por los incidentes.
Mientras que en las calles se escuchaban las detonaciones, la gente en el estadio sumó silbidos y gritos como forma de mostrar su molestia por los disturbios. El escenario empeoró cuando la policía comenzó a disparar contra un sector de la hinchada que había comenzado a romper parte de la tribuna para lanzar cascotes y otro tipo de objetos en contra de los agentes.
El enfrentamiento entre los barras y la policía provocó que varios de los asistentes buscaran un refugio, aunque también hubo otro porcentaje que prefirió abandonar el lugar ante la escalada de la violencia.