Roma, 7 jun (EFE).- El portavoz del ministro italiano de Agricultura dimitió este viernes tras hacerse públicas las conversaciones de tono antisemita y con elogios a neofascistas que mantuvo años atrás con un narcotraficante y líder de los ultras del club de fútbol Lazio, asesinado en 2019.
El caso trascendió después de que el diario La Repubblica publicara este viernes algunas frases enviadas por Whatsapp por Paolo Signorelli, portavoz del ministro Francesco Lollobrigida, al traficante de drogas conocido en los círculos de la ultraderecha Fabrizio Piscitelli, apodado Diabolik.
Lollobrigida es miembro de Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra, Giorgia Meloni, de la que además es su cuñado.
El intercambio de mensajes entre ambos se produjo entre 2018 y pocos días antes del asesinato de Piscitelli en agosto de 2019, y han trascendido a raíz de una investigación policial para esclarecer este homicidio. Según el diario, la conversación apareció en la copia del teléfono móvil del narcotraficante.
«Malditos sean ellos y los judíos», dice Signorelli en uno de los diálogos con Piscitelli, al que conocía por compartir grada en los partidos del Lazio, mientras que en otra conversación ambos mencionan al periodista italiano judío Gad Lerner, al que Signorelli tacha de «cerdo».
En otro mensaje difundido por La Repubblica, el portavoz de Lollobrigida elogiaba a Valerio Fioravanti, Pierluigi Concutelli, Luigi Ciavardini y Mario Tuti, miembros de grupos armados neofascistas italianos de los años 70 para los que Signorelli pide «honor».
Tras difundirse la información, Signorelli aseguró «no recordar la conversación en cuestión», pero añade: «En espera de esclarecer el asunto, he comunicado mi dimisión con efecto inmediato».
«Habría sucedido hace muchos años, y hoy me ha cogido totalmente por sorpresa», agregó, antes de reconocer «los graves contenidos de aquella conversación».
Desde que asumió el poder, Meloni se ha intentado distanciar del pasado neofascista y antisemita de su partido.
Su cuñado, el ministro Lollobrigida, ya ha protagonizado polémicas en el pasado, como cuando fue acusado de supremacismo blanco al decir que los italianos corrían riesgo de «sustitución étnica» debido a la llegada de población migrante.
También detuvo un tren de alta velocidad con retraso para bajarse y llegar a tiempo a una inauguración, lo que sembró la indignación entre la oposición y ocasionó su comparecencia en el Parlamento. EFE
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