Madrid, 3 may (EFE).- El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha anunciado este viernes la supresión, a partir de este año, del Premio Nacional de Tauromaquia al considerar esta disciplina «una forma de tortura animal», una decisión duramente criticada por el sector y por partidos como Vox y el PP, que ha avanzado que lo repondrá cuando gobierne.
La decisión, adelantada por eldiario.es y confirmada a EFE por fuentes ministeriales, ha sido tildada de «sectaria» por profesionales y organizaciones del sector.
También la han criticado varios líderes autonómicos, entre ellos el presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, que ha anunciado la creación de unos premios regionales de tauromaquia.
Urtasun, que ha anunciado la decisión de este Premio que se otorga desde 2013 y está dotado con 30.000 euros, ha explicado, en declaraciones al programa de televisión ‘Al rojo vivo’, que la supresión responde al «sentir de la ciudadanía», que «cada vez entiende menos que se practique la tortura animal y que se le dediquen premios» y ha subrayado que es un paso coherente con la aprobación de la Ley de Bienestar animal en 2023.
Según el ministro, la decisión se ha tomado porque se aproximaba la fecha para convocar a los distintos jurados de los premios nacionales y el primer paso es la apertura de una consulta pública, no vinculante, para modificar la orden ministerial que regula el conjunto de estos galardones del Ministerio de Cultura.
El Premio Nacional de Tauromaquia se creó en 2011 con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y se entregó por primera vez en 2013 al torero Francisco Manuel Ojeda González, conocido como Paco Ojeda. El último galardonado, en 2023, fue Julián López, El Juli.
El PP ha anunciado que lo recuperará cuando gobierne y que por el momento va a registrar una moción en que el Senado que obligará al PSOE a posicionarse sobre la iniciativa de un ministerio liderado por su socio de Gobierno Sumar.
El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ha defendido la tauromaquia como «expresión cultural» del país y ha dicho que esta medida demuestra que el Gobierno «ni apuesta por la pluralidad cultural ni apuesta por la libertad» y que «solo vive obsesionado de meter el dedo en el ojo a quienes no piensan» como él.
Por otro lado, el socialista García-Page ha anunciado en las redes sociales la creación de unos premios de tauromaquia en la región que nacerán con la «ambición» de poder ser coordinados o compartidos con otras comunidades autónomas para tener «alcance nacional e internacional».
Desde las comunidades gobernadas por el PP y Vox ha habido varias reacciones en el mismo sentido. La Consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural de la Junta de Extremadura, liderada por Vox, se ha mostrado dispuesta a hacerse cargo del premio, y el vicepresidente primero del Gobierno valenciano, Vicente Barrera, también de Vox, ha apoyado esa propuesta en respuesta a lo que considera «un acto de censura» del Ministerio de Cultura.
La Junta de Castilla y León se ha postulado para acoger el Premio Nacional de Tauromaquia, según ha explicado el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, quien ha reafirmado el compromiso de su consejería y de toda la Junta con el sector de la tauromaquia, y ha señalado que Castilla y León es una «Comunidad inequívocamente taurina».
En cuanto al sector, la Asociación Nacional de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET) ha lamentado «profundamente» una decisión «injusta» y basada, a su juicio, «en motivos ideológicos».
En un comunicado esta patronal ha rechazado como falso el argumento de que la tauromaquia no tiene apoyo social. «Los toros gozan de mejor salud que nunca y tienen un importante respaldo social que notamos en nuestras plazas», ha subrayado.
Antonio Bañuelos, presidente de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, que agrupa a la mayoría de los ganaderos de bravo, ha calificado de «muy desafortunada» la eliminación de este premio y ha recordado que la obligación de un ministro de Cultura es «defender y promover todas las actividades que están en su seno».
También ha apuntado que las fechas son poco oportunas, a punto de iniciarse la feria de San Isidro en Las Ventas, donde ha augurado llenos diarios de 23.000 personas durante todo un mes y ha aportado el dato de que la tauromaquia aporta 130 millones de euros a las arcas del Estado en concepto de IVA.
El diestro retirado José Pedro Prados «El Fundi», presidente de la Unión de Toreros, ha criticado que, para justificar la medida, el Ministerio de Cultura esté usando datos «sesgados» de asistencia de público referidos a la temporada de 2021 -un 1,9%-, un periodo afectado por las limitaciones del covid.
El presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, ha acusado a Urtasun de incumplir sus obligaciones como cargo público y de actuar de manera discriminatoria contra la tauromaquia «por motivos ideológicos».
«Si no le gusta a él (los toros), es respetable, pero él no está ahí para hacer lo que le gusta, sino para gobernar para todos los españoles», ha señalado el ganadero en declaraciones a EFE.
Formaciones ecologistas y animalistas han aplaudido la medida de Urtasun. Para el partido animalista PACMA el premio «se interpretaba como un elogio y un impulso al maltrato animal legalizado». EFE
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