Ginebra, 6 jun (EFE).- La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) instó este jueves a mantener la ayuda para asistir a los afectados por las inundaciones en el sur de Brasil, donde las necesidades humanitarias se están viendo agravadas por las continuas lluvias.
En respuesta a las inundaciones, la FICR solicitó el pasado mayo donaciones por valor de 8 millones de francos suizos (8,8 millones de dólares) para apoyar, durante los próximos 12 meses, a 25.000 personas que han perdido sus hogares y necesitan asistencia urgente.
Sin embargo, en un nuevo comunicado, la organización advierte un «importante déficit de financiación» para esta respuesta humanitaria, ya que aún se necesita la mayor parte de los fondos requeridos.
«Con la previsión de más lluvias y más frío, así como de un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, se debe hacer todo lo posible para apoyar a la población más vulnerable, cuyas necesidades humanitarias siguen creciendo exponencialmente», añadió en el comunicado el jefe de Operaciones de la FICR en Brasil, Roger Alonso Morgui.
Según la Oficina Meteorológica de Brasil, se espera que continúen las fuertes lluvias a lo largo de la costa del estado meridional de Rio Grande do Sul, el más afectado por las inundaciones de hace un mes.
«En las próximas semanas, crecerán las necesidades más urgentes para la población más vulnerable», dijo Alonso, quien recordó que en muchas zonas los niveles de agua siguen siendo muy altos, lo que dificulta la distribución de ayuda humanitaria e impide a la gente regresar a sus hogares.
La Cruz Roja Brasileña, socia local de FICR, trabaja contrarreloj para atender a afectados con bienes de primera necesidad como bolsas de ropa, mantas, alimentos o agua, así como asistencia sanitaria y psicológica.
También se han distribuido mosquiteras y filtros de agua para prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Además, se han realizado incursiones en zonas que quedaron aisladas por las inundaciones para llegar a las comunidades afectadas, incluidos diez grupos de algunos de los indígenas más vulnerables que antes no habían podido acceder a los lugares donde se distribuían artículos.