Un grupo internacional de científicos, coliderado por el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), ha descubierto unas 50 nuevas especies submarinas en una de las zonas «más inexploradas del planeta» como es la Dorsal de Salas y Gómez, que se extiende desde las costas de Chile hasta Rapa Nui.
La investigación ha observado 160 especies en montes submarinos de la costa de Chile «que hasta ahora se desconocía que vivían en la región», informa el BSC en un comunicado tras presentar los resultados de la expedición ‘Montes submarinos inexplorados de la dorsal de Salas y Gómez’ en la Conferencia del Decenio del Océano 2024 de la ONU, que se celebra esta semana en Barcelona.
Se ha logrado con la expedición del Schmidt Ocean Institute a los montes submarinos de la Dorsal de Salas y Gómez, una zona poco explorada y donde se han podido identificar corales de aguas profundas, esponjas de vidrio, erizos de mar, calamares, peces, moluscos, cangrejos, estrellas de mar y otras especies «nunca antes observadas por los científicos.
La investigadora del BSC Ariadna Mechó ha asegurado que se han encontrado entre 50 y 60 especies «potencialmente nuevas a simple vista» y que es probable que este número aumente cuando trabajen todas las muestras que tienen en el laboratorio.
Además, ha explicado que han encontrado «uno de los corales mesofóticos más profundos del mundo», lo que amplía en varios cientos de kilómetros la distribución de esta fauna polinesia, así como esponjas y corales en profundidades, unos hábitats que son considerados vulnerables y necesitados de protección.
EXPEDICIÓN
La expedición se realizó del 24 de febrero al 4 de abril con un equipo internacional de 25 científicos de 14 organizaciones de cinco países (Chile, Estados Unidos, Italia, España, Holanda), entre ellos la primera bióloga marina rapanui, Emilia Ra’a Palma Tuki, recién graduada en la Universidad Católica del Norte de Chile.
El Consejo del Mar de Rapa Nui, o Koro Nui o te Vaikava, apoyó la expedición, proporcionando el permiso principal para trabajar en la zona, y colaboró aportando un observador Koro Nui y un experto local en navegación para incorporar a la expedición sus perspectivas como miembros de la comunidad Rapa Nui.
El crucero está dedicado a estudiar las montañas submarinas e islas oceánicas de la Dorsal de Salas y Gómez, que es «uno de los paisajes marinos más singulares y biodiversos de la Tierra, con un altísimo índice de endemismo, hábitats críticos para organismos bentónicos, corredores migratorios esenciales para especies de gran movilidad y la presencia de más de 80 especies amenazadas».
MODELIZACIÓN CON SUPERCOMPUTACIÓN
El papel del BSC y la supercomputación en la campaña es proporcionar datos de modelización climática a través de diferentes escenarios para establecer la distribución de especies en la zona, lo que «ayudará a comprender cómo se verán afectadas estas especies por los cambios futuros, en función de cada escenario posible».
«Pero antes, necesitamos comprender mejor la biodiversidad y la conectividad de la región para saber qué especies se encuentran allí y en qué montañas exactamente, así como los posibles cambios en las comunidades faunísticas. Se trata de una exploración única en lugares donde prácticamente todo está inexplorado», ha asegurado Mechó.
El objetivo es proporcionar la información necesaria para apoyar la designación de la Dorsal de Salas y Gómez como zona marina de importancia ecológica y biológica (EBSA) por el Convenio sobre la Diversidad Biológica, y «zona prioritaria» ecológica y socioeconómica para la protección internacional por el Tratado de Alta Mar (2023).
Este crucero está conectado con una campaña anterior desarrollada entre enero y febrero de 2024 y centrada en el estudio de la unión entre Salas y Gómez y la Dorsal de Nazca y las Islas Desventuradas, y durante los dos cruceros se han descubierto más de 100 nuevas especies en la zona, así como jardines de corales y esponjas.