El Gobierno chino ha presentado este viernes una protesta formal ante el encargado de negocios de la Embajada de Japón por la celebración esta semana de la cumbre trilateral EEUU-Japón-Filipinas que Pekín ha denunciado como una amenaza a sus intereses en la región del Indo-Pacífico y, en términos generales, una confabulación internacional contra el país.
El director general del Departamento para Asuntos Asiáticos del Ministerio chino, Liu Jinsong, ha denunciado que Japón lleva tiempo efectuando «movimientos contraproducentes» contra las relaciones bilaterales, como ha demostrado a su entender la reciente cumbre de Washington.
De igual modo, Liu ha lamentado ante el ministro jefe de la Embajada de Japón, Akira Yokochi, la «insatisfacción generalizada» de su país con la manera en que está tratando la disputa histórica sobre las aguas del mar de la China Meridional, un conflicto territorial que además de China, Filipinas y Japón también atañe a Vietnam y Brunéi y que ha aumentado en los últimos meses por una serie de encontronazos entre barcos filipinos y patrulleras chinas.
La protesta tiene lugar después de que la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, pidiera el jueves a Japón y Filipinas que no convirtieran la disputa en un «enfrentamiento entre bloques» con sus peticiones de ayuda a Estados Unidos y reiteró la voluntad de su país de fomentar un «diálogo trilateral», según hizo saber en una comparecencia de prensa recogida por el diario estatal ‘Global Times’.
A las tensiones entre los barcos de China y Filipinas en el mar de la China Meridional se ha unido en los últimos días la reactivación de otra fricción histórica entre ambos países como es la existencia del fortín militar filipino instalado desde hace años en un barco de guerra semihundido durante la Segunda Guerra Mundial, el ‘Sierra Madre’, construido en Estados Unidos, después de que el actual presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., se declarara «horrorizado» sobre un presunto acuerdo secreto entre su predecesor, Rodrigo Duterte, y el Gobierno chino para impedir la reparación de la «base».
«Nos va a resultar muy difícil honrar un acuerdo», ha declarado el jueves el presidente filipino, «que nos obliga a pedir permiso a otro país antes de hacer algo en nuestro territorio».
En respuesta, la portavoz del Ministerio de Exteriores ha vuelto a reclamar la soberanía de su país sobre las aguas donde se encuentra el ‘Sierra Madre’ –en el arrecife de Second Thomas, o Ayungin para los filipinos y Ren’ai Jiao para China– aunque ha indicado que su país está dispuesto a permitir la entrada de material de construcción en el buque «si Filipinas informa con antelación y podemos llevar a cabo una verificación ‘in situ'».
«Pero si Filipinas envía grandes cantidades de materiales de construcción al buque de guerra e intenta construir instalaciones fijas y un puesto de avanzada permanente, China no lo aceptará y lo detendrá resueltamente de acuerdo con la ley y los reglamentos para defender la soberanía de China», ha avisado la portavoz.