Las autoridades de China han pedido este martes al Gobierno israelí no atacar la localidad de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, y evitar un «desastre humanitario» mayor en el enclave palestino, donde han muerto ya cerca de 34.800 personas desde que Israel puso en marcha su ofensiva tras los ataques perpetrados el 7 de octubre por Hamás.
El portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Lin Jian, ha expresado durante una rueda de prensa que Pekín está «profundamente preocupado» por la situación en la zona, unas palabras que llegan poco después de que el Ejército israelí haya informado de la toma de la parte palestina del paso de Rafá, situada en el sur de Gaza y en la frontera con Egipto.
Así, ha pedido a Israel «escuchar las peticiones de la comunidad internacional» y ha lamentado que el conflicto en Gaza ha durado más de 200 días. «Esto ha provocado un desastre humanitario que resulta atroz».
«Esto es una prueba para la consciencia humana. La guerra y la violencia no pueden solventar el problema y no pueden traer consigo seguridad real. Solo intensificarán el odio», ha puntualizado antes de recalcar la importancia de «poner en marcha la resolución 2728 de Naciones Unidas y lograr un alto el fuego que ponga fin a la guerra».
En este sentido, ha instado a «garantizar la entrada de ayuda humanitaria con la vista puesta en lograr un acuerdo político basado en la solución de los dos Estados lo antes posible».