Tras conocer la noticia de su vuelta a España por recomendación del equipo médico del programa debido a la ansiedad que está viviendo, Carmen Borrego pasaba por su última prueba en ‘Supervivientes’ antes de regresar definitivamente a su vida en Madrid donde le esperan nuevos cambios en su vida. Como el resto de concursantes, Carmen se enfrentaba al puente de las emociones mostrando su faceta más sincera y emocional recordando algunos de los momentos de su vida.
«En plena adolescencia me llevé el primer palo de mi vida, luego te recuperas, pero siempre me queda la herida abierta de un padre al que yo amaba profundamente y que se fue de una manera violenta y muy dura para mí» comenzaba recordando Carmen sobre su infancia con lágrimas en los ojos. A pesar del gran dolor que le provocó la pérdida de su padre, Carmen deja claro que ya no tiene rencor y que en la actualidad ha conseguido reconciliarse con él: «Con los años he conseguido reconciliarme con él, he pasado muchos años que acordarme de él me hacía mucho daño, hoy puedo decir que lo sigo amando, que lo perdono y que le quiero, que le he querido siempre y que me perdone si alguna vez no entendí lo que hizo. Que me perdone por favor».
Después de tres semanas en ‘Supervivientes’, Carmen también hablaba de la autoestima y de cómo le ha marcado a lo largo de su vida. «Siempre me he considerado fuerte, pero creo que he sido demasiado débil, he tenido una careta que me ha durado demasiados años. He querido que todo el mundo creyera que yo podía con todo, pero en muchos momentos me ha faltado la autoestima, es muy duro vivir sin autoestima» reconocía. «Vuelve a España una Carmen muy distinta, cuando llegue voy a tener que conocerme y preguntarme muchas cosas, no sé si allí tendrán las mismas respuestas que aquí» le explicaba a todas esas personas que la están esperando en su vuelta a España.
Enfrentándose al escalón del amor, Carmen tenía muy claro a quién le quería dedicar sus palabras, su marido José Carlos Bernal. «Aunque no haya tenido suerte en el amor durante muchos años, la vida me ha recompensado con un amor de verdad» dejaba claro Carmen. «He vivido el amor como algo que yo tenía que dar y dar y luego recibía poco, de repente ha llegado una persona a mi vida que todo lo que he dado me lo ha devuelto. Ese es mi marido, José Carlos, mi vida sin él no tiene sentido, yo sin él hoy no sería capaz de vivir» sentenciaba.
Finalmente, Carmen también recordaba a una de las personas más importantes de su vida, su madre María Teresa Campos. «Mi madre ha sido un soporte, una madre maravillosa, era el paracaídas de mi vida, siempre ha estado, no hablo de cuestiones económicas y materiales, hablo como mi madre» ha explicado Carmen con lágrimas en los ojos. «El día que se fue mi madre cambió mi vida para siempre. Le he pedido muchas veces a Dios que se la llevara para que dejara de sufrir. Nunca hemos hablado de la enfermedad de mi madre ni lo vamos a hacer, siempre se quedará en la intimidad de nuestro corazón, yo he tenido una grandísima madre, miro al cielo y te aplaudo y te digo que te quiero y gracias» reconocía Carmen mirando al cielo.