Este lunes conocíamos la última hora sobre Cándido Conde-Pumpido. El ex de Lara Dibildos se encontraba ingresado en el madrileño hospital Ramón y Cajal con un brote psicótico después de personarse supuestamente en torno a las 6 de la madrugada en las instalaciones de Mediaset y protagonizar un altercado exigiendo que se le entregasen unas grabaciones por la ley de protección de datos.
Su estado, «de nerviosismo y embriaguez» habría motivado que la seguridad privada de la cadena llamase a la Policía Nacional, que le habría practicado una prueba de drogas en la que habría dado positivo en consumo de estupefacientes. Los agentes, considerando que el hijo del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, estaba sufriendo un «brote psicótico», le trasladaron directamente al centro médico, que podemos confirmar que ya ha abandonado.
Este martes estaba previsto que declarase en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer Bibiana, la brasileña con la que mantuvo una relación de tres años que le denunció hace unos días ante la Guardia Civil después de que el abogado presuntamente la amenazase el pasado 24 de abril, cuando ambos circulaban en el vehículo de Conde-Pumpido por la A-6.
Según la versión de esta joven, Cándido -que fue detenido dos días después y puesto en libertad a las pocas horas- intentó estrangularla con el cable de su teléfono móvil, además de amenazarla de muerte en repetidas ocasiones, antes de obligarla a bajar del coche y abandonarla en el arcén de la autopista.
Se esperaba que fuese Bibiana la que prestase declaración hoy en los Juzgados, pero a quién hemos visto abandonando el lugar en compañía de algún colega de profesión ha sido al propio Conde-Pumpido, que ha tranquilizado respecto a su estado de salud tras su reciente ingreso hospitalario tras sufrir supuestamente un brote psicótico: «Me estáis viendo ¿no?» ha afirmado con una sonrisa, sin aclarar si es cierto que protagonizó un altercado en las puertas de Mediaset. «No puedo contestar» ha añadido cuando le hemos preguntado cómo se encuentra tras su hospitalización.
Desubicado y con aspecto nervioso, Cándido ha evitado hacer declaraciones sobre su comparecencia ante el juez argumentando que «tengo que ir al juzgado, no puedo, perdonad» a pesar de que segundos antes había abandonado el lugar. Una frase que ha repetido en varias ocasiones antes de apretar el paso y deambular sin rumbo por la zona, llegando incluso a meterse en los estudios de grabación de ‘El Desafío’.