La población búlgara deberá acudir de nuevo a las urnas por sexta vez en apenas tres años después de que este jueves se haya certificado la imposibilidad de formar gobierno con la actual aritmética parlamentaria.
La formación populista Existe Tal Pueblo (ITN) ha devuelto al presidente Rumen Radev el mandato de formar gobierno, por lo que el mandatario deberá ahora designar un primer ministro interino encargado de preparar el camino hacia los comicios.
El partido Desarrollo Europeo-Unión de Fuerzas Democráticas (GERB-SDS) y del europeísta Continuamos el Cambio-Bulgaria Democrática (PP-DB) acordaron el pasado mes de junio un gobierno para 18 meses con un cambio de líderes a mitad del mandato.
Sin embargo, ambas fuerzas políticas –de signo contrario– han sido incapaces de ponerse de acuerdo para impulsar nuevas reformas y el nombramiento de nuevos líderes para continuar adelante con la coalición para los ocho meses que aún restaban.
Se especula con que las elecciones parlamentarias puedan celebrarse el próximo 9 de junio, aprovechado la convocatoria de elecciones europeas, aunque la dificultad por encontrar un primer ministro interino dificulta la organización de los comicios.
El último gobierno búlgaro, liderado por Nikolai Denkov, dimitió a principios de marzo en aras de facilitar la rotación pactada entre el GERB-SDS y el PP-DB, los socios de gobierno del pacto firmado en junio del año pasado.
Los nuevos comicios podrían poner en peligro la introducción del euro, prevista para el 1 de enero de 2025. Además, Bulgaria se unirá al espacio Schengen este mismo domingo, aunque de momento solo en lo que respecta a sus fronteras aéreas y marítimas.