El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tildado de «escandalosa» la decisión de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI) de pedir órdenes de arresto internacionales contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant. También ha pedido órdenes de detención para dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
«Permítanme ser claro: independientemente de lo que este fiscal (Karim Khan) pueda dar a entender, no hay equivalencia ninguna entre Israel y Hamás. Siempre estaremos junto a Israel frente a las amenazas a su seguridad», ha señalado en un comunicado remitido por la Casa Blanca.
Por su parte, el secretario del Departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha definido la decisión como «vergonzosa» y ha indicado que «podría poner en peligro los esfuerzos en curso para lograr un acuerdo de alto el fuego».
«Hamás es una organización terrorista violenta que llevó a cabo la peor masacre de judíos desde el Holocausto y todavía mantiene como rehenes a decenas de personas inocentes, incluidos estadounidenses», ha dicho en un comunicado recogido por la cadena CNN.
Esto se produce después de que Khan haya afirmado durante su anuncio de este lunes que las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant derivan de «motivos razonables» para creer que «tienen responsabilidad penal» en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad «cometidos en el territorio del Estado de Palestina, en la Franja de Gaza, al menos desde el 8 de octubre».
Así, ha destacado que ambos serían responsables de «la muerte por hambre de civiles como método de guerra», «causar voluntariamente un gran sufrimiento o heridas graves», «tratamiento cruel», «asesinato intencionado o asesinato como crimen de guerra», «ataques contra población civil», «exterminio», «persecución» y «otros actos inhumanos».
REACCIONES EUROPEAS
Por otro lado, el primer ministro de República Checa, Petr Fiala, ha coincidido con la posición de Estados Unidos y ha resaltado en la red social X que esta decisión de pedir órdenes de arresto «junto con líderes de una organización terrorista islamista» es «espantosa y completamente inaceptable».
«No debemos olvidar que fue Hamás quien atacó a Israel en octubre y mató, hirió y secuestró a miles de personas inocentes. Fue este ataque terrorista no provocado el que condujo a la actual guerra en Gaza y al sufrimiento de los civiles en Gaza, Israel y Líbano», ha zanjado.
Más templado se ha mostrado el canciller de Austria, Karl Nehammer, quien ha subrayado en la citada red social que el país respeta «plenamente la independencia del TPI», que tiene sede en La Haya, Países Bajos.
«Sin embargo, no es comprensible que se mencione al líder de la organización terrorista Hamás, cuyo objetivo declarado es la extinción del Estado de Israel, al mismo tiempo que a los representantes democráticamente elegidos de ese mismo Estado», ha resaltado.
Por su parte, la ministra de Exteriores belga, Hadja Lahbib, ha indicado en un comunicado que «los crímenes cometidos en Gaza deben ser procesados al más alto nivel, independientemente de sus autores». «La lucha contra la impunidad dondequiera que ocurran los crímenes es una prioridad para Bélgica», ha apuntado.
Asimismo, ha precisado que la decisión de Khan de emitir órdenes contra líderes de Hamás y de Israel «es un paso importante en la investigación de la situación en Palestina». «Bélgica seguirá apoyando el trabajo esencial de la justicia internacional para garantizar que los responsables de los crímenes rindan cuentas», ha zanjado.