Álvaro Rodríguez del Moral
Sevilla, 5 may (EFE).- La primera novillada de abono celebrada esta tarde en la plaza de la Maestranza, en la que saltaron tres ejemplares más que potables de la ganadería de Julio de la Puerta, se ha saldado con las vueltas al ruedo de Tristán Barroso y Samuel Navalón que no lograron redondear por completo el triunfo.
El primer festejo picado programado por la empresa Pagés después de la Feria de Abril había logrado interesar en la taquilla –los tendidos estaban cubiertos en dos tercios- y ofrecía un cartel con alicientes en el ganado y los actuantes que no se ha visto reflejado en el resultado final.
El lote más completo iba a recaer en el novillero valenciano, formado en la escuela taurina de Albacete, Samuel Navalón que ya había dejado una buena impresión en el coso sevillano en su etapa sin caballos. Navalón resuelve, hace de todo y sabe agradar al público pero a su labor, en ambos novillos, le faltó un punto de poso y redondez para tener otra trascendencia.
Es la impresión que dejó con el segundo, un ejemplar pronto y hasta exigente al que supo trajinar sin terminar de cuajarlo por completo. No se le puede reprochar falta de entrega o firmeza pero esas dudas se iban a confirmar con el boyante quinto que fue, con mucho, el mejor del magro envío de los campos de La Valdivia.
Navalón se empleó a fondo pero toreó a mil revoluciones, se pasó de rosca en la faena y el trofeo que se había ganado se acabó perdiendo en un largo sobo antes de poder montar la espada. La estocada definitiva llegó después de un aviso cuando el público ya se había enfriado. A pesar de todo dio una vuelta por su cuenta.
Otro trofeo estuvo a punto de llevarse Tristán Barroso, un madrileño que ya había brillado toreando de capote al primero, especialmente en un quite por chicuelinas de sabor manzanarista. El novillo, que pudo acusar una fuerte voltereta, resultó brusco y bronco en la muleta aunque hay que subrayar la firmeza con la que el novillero solventó la papeleta.
Barroso iba a recibir al cuarto a portagayola antes de volver a lancear por chicuelinas rematando con una media de rodillas. Inició la faena con un pase cambiado de rodillas y se encajó toreando sobre la derecha aunque en algunos momentos se le vio un punto sobrado de revoluciones y pecando de cierto manierismo.
La faena, que no tuvo el mismo nivel por el izquierdo, volvió a subir de tono por redondos y culminó por ayudados a rodilla flexionada, apurando la buena condición del utrero de Julio de la Puerta. El medio espadazo pudo ser esgrimido por el palco para negar el trofeo que se había ganado. Lo cambió por una vuelta al ruedo.
Mariscal Ruiz se presentaba como novillero con picadores en la plaza de su tierra pero manejó el lote con menos opciones. A ambos los toreó y banderilleó con solvencia y seguridad pero ni el tercero, insulso y sin recorrido, ni el sexto, que se movió con trote cochinero, eran aptos para florituras. El próximo domingo volverá a hacer el paseíllo en la plaza de la Maestranza dentro de la final de V Circuito de Novilladas de Andalucía.
Se lidiaron seis novillos de Julio de la Puerta, escurridos de carnes en líneas generales. El lote conformado por el segundo y quinto fue el mejor del envío pero también sirvió mucho el cuarto. El primero, brusco y manso, no sirvió. Tercero y sexto tampoco colaboraron.
Tristán Barroso, silencio y vuelta tras petición de oreja
Samuel Navalón, ovación tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso.
Mariscal Ruiz, ovación y silencio.
La plaza registró casi dos tercios de entrada en tarde primaveral. Saludó el banderillero Raúl Ruiz. EFE
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