(Actualiza con declaraciones de una afectada en aluviones de 2022 y 2024)
Quito, 3 abr (EFE).- Las tareas de limpieza continuaron este miércoles tras el aluvión ocurrido el martes, que dejó un fallecido en una zona urbana del centro-oeste de la capital ecuatoriana, Quito, donde en 2022 una treintena de personas fallecieron en otro potente deslizamiento.
Además del fallecimiento de un ciudadano de 55 años, la Alcaldía detalló hoy que resultaron heridos dos hombres y dos mujeres, con edades entre 30 y 59 años.
Según el Ayuntamiento, ocho familias fueron evacuadas y 68 personas han resultado afectadas por el aluvión.
Las precipitaciones que se registraron durante las últimas horas, provocaron el aluvión en la Quebrada Guanga Huayco (El Tejado), que afectó el sector de La Gasca, llevando sedimentos por las calles.
El flujo de lodo y escombros afectó a veinte viviendas, un centro de salud y siete vías, mientras que diez vehículos quedaron atrapados.
En una rueda de prensa en la zona del aluvión, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo que lo más preocupante, al momento, es la situación de un edificio en cuyo estacionamiento ingresó el martes el agua, provocando que ceda la pared de contención y que cayeran vehículos a un terreno, donde funciona una mecánica.
En otras casas se registró el ingreso de agua y lodo, donde se dañaron enceres y muebles, dijo Muñoz, al anotar que, de momento, no ven afectación de estructuras en otros inmuebles.
Muñoz anotó que en los tres días previos al aluvión del martes, hubo «un 55 % más de precipitaciones» en comparación con ese lapso del suceso de 2022, que afectó al mismo sector.
Sin embargo, ahora -con cálculos preliminares, la afectación en la zona «es 25 % menor que en 2022», dijo al atribuir el hecho a trabajos preventivos y de mantenimiento realizados para mitigar riesgos.
Por ello, indicó que, a diferencia de 2022, en esta ocasión hubo «más agua que lodo», lo que demuestra el trabajo en obras de captación.
Muñoz comentó que en un sobrevuelo realizado esta mañana vieron «algún desprendimiento de masa» que lo estudiarán con mucho más detalle, con el uso de un dron, «porque ahí lo que hemos tenido es material que se desprende de las quebradas, no necesariamente de deforestación, que acumuló algo de lodo».
«Seguimos en alerta amarilla», añadió al señalar que ha pedido que se haga una nueva valoración de las casas que están en el sector de La Primavera donde, dijo, «son pocas» las que están en una «posible afectación de desfogue de agua».
Consuelo Arias, quien estuvo también en la zona durante el aluvión de 2022, se quejó de que no hubo ninguna alerta para que puedan salir de los locales comerciales y de las viviendas.
«Nos quedamos atrapados, el local que tengo se inundó totalmente de lodo. Ayer pasaba mucha gente, bomberos, policía, pero nadie nos ayudó. Pedía que nos ayuden, pero no lo hicieron, decían que no les compete a ellos», indicó Arias en declaraciones a EFE.
Aseveró que en su local comercial de zapatos tienen una «pérdida fatal», y aseveró que no han tenido ayuda ni económica ni para la limpieza. «Uno mismo ha tratado de salir», señaló.
Recordó que el aluvión de 2022 fue más fuerte, pero «pero este también, puro lodo se entró al local» y pidió a las autoridades que «controlen un poco más» la limpieza de las quebradas, que «sean constantes» y no esperen a que ocurran desastres.
«¿En las pérdidas económicas, quién me ayuda?», se preguntó al apuntar que «en ninguna» de las dos veces que ha sido afectada por aluviones le han ayudado.
«Espero que, por favor, por lo menos aquí algo se conduelan, nos ayuden, por favor», recalcó. EFE
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