El balance de muertos a causa del bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra el campamento de desplazados de Barakasat, en la región gazatí de Rafá, ha aumentado a 40, apenas unos días después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenara a las autoridades israelíes detener su ofensiva militar contra la ciudad, situada en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto.
Los servicios de Defensa Civil de Gaza han subrayado que el ataque ha dejado al menos 40 «mártires» y «decenas de heridos», según ha informado el diario ‘Filastin’, vinculado al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), mientras que las autoridades del enclave, controladas por el grupo islamista, han denunciado que Israel ha perpetrado ataques contra diez campamentos en las últimas 24 horas.
El Ministerio de Sanidad gazatí había indicado previamente en un comunicado en su cuenta en la red social Facebook que el ataque había causado 35 muertos y decenas de heridos, antes de subrayar que «la mayoría de ellos son niños y mujeres» y resaltar que «nunca antes en la historia se había acumulado y utilizado conjuntamente ante nuestros ojos un número tan elevado de instrumentos de matanza masiva».
Por otra parte, el Gobierno gazatí ha recordado que las autoridades israelíes «habían designado estas zonas como zonas seguras y había pedido a los ciudadanos y a los desplazados que fueran a esas áreas» y ha abundado en sus denuncias sobre un «genocidio con premeditación» contra la población palestina de la Franja.
La Media Luna Roja Palestina ha señalado que muchas personas han sido trasladadas tanto al hospital de Tal al Sultán como a los hospitales de campaña de la zona, y que muchos palestinos se encuentran atrapados «bajo las llamas» y en «las tiendas destruidas». Así, ha afirmado que en el lugar hay «horribles escenas» a causa del ataques israelí y ha recordado que Israel había designado el área como «zona humanitaria».
En esta línea, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha apuntado en su cuenta en la red social X que decenas de víctimas han sido trasladadas a un punto de estabilización traumatológica apoyado por la organización no gubernamental. «Estamos horrorizados por este acto mortal: demuestra una vez más que ningún lugar es seguro en Gaza. Urge un alto el fuego inmediato y duradero», ha reiterado.
Martina Marchio, coordinadora médica de MSF en Gaza, ha hablado de «noche sangrienta en Rafá». «Se han producido múltiples bombardeos dentro de la ciudad», incluido el citado ataque contra el campamento de desplazados, ha dicho, antes de confirmar que al punto de estabilización han llegado «180 personas, de las cuales 28 llegaron ya muertas».
«Tras estabilizar a los pacientes, nuestro equipo derivó a los supervivientes a los pocos hospitales que continúan en funcionamiento en la ciudad de Rafá», ha dicho Marchio, quien ha reiterado que la organización «sigue pidiendo insistentemente un alto al fuego inmediato y permanente».
El Ejército de Israel ha reconocido la autoría del bombardeo y ha argumentado que el objetivo era «un complejo de la organización terrorista Hamás en Rafá en el que se alojaban terroristas de alto rango». El ataque se llevó a cabo contra terroristas que son objetivo de ataque de conformidad con el Derecho Internacional, utilizando armamento de precisión y basándose en información de inteligencia preliminar que indicaba la presencia de terroristas de Hamás en la zona», ha dicho.
Sin embargo, ha reconocido que «como consecuencia del ataque y un incendio que se desató en la zona han resultado heridas varias personas ajenas a los involucrados» y ha afirmado que está «revisando» el incidente. Tras ello, el fiscal jefe de las Fuerza de Defensa de Israel (FDI) ha descrito el suceso como «muy grave» y ha recalcado que hay una investigación en marcha, según ha recogido el diario israelí ‘Haaretz’.