Joaquín Guzmán Loera durante su segunda detención, efectuada en 2014
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Previo a la primera gran fuga de Joaquín El Chapo Guzmán, el exlíder del Cártel de Sinaloa mantuvo un romance con Zulema Yulia Hernández, una reclusa a quien mandaba cartas de amor mientras compartían un lugar en el penal de Puente Grande, Jalisco; la misma mujer que fue asesinada brutalmente por Los Zetas en medio de la guerra que su enamorado lanzo contra otros cárteles de la droga.
En el año 2000 -un año antes de la fuga de Guzmán Loera- el capo le escribió a Zulema: “¡Hola mi vida!, cariño he estado pensando en ti a cada momento y quiero imaginar que estás feliz y alegre porque ya se va a efectuar tu traslado (…) aunque yo me voy a quedar unos días más, me emociona tu traslado”.
En su carta, El Chapo Guzmán parece estar seguro que saldrá de prisión el 19 de enero de 2001, cuando el entonces presidente Vicente Fox tenga poco más de un mes de haber llegado a la Presidencia de la República: “Antes de que te trasladen nos podemos ver. quiero darte un dulce beso y estrecharte en mis brazos”.
Zulema Hernández cumplió su condena por robo a mano armada en 2003, pero para enero de 2004 volvió a ser detenida por estar vinculada a una organización criminal liderada por el narcotraficante Juan Pablo Rojas López, alias “El Halcón”, quien compraba cocaína a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La última vez que Zulema pisó la cárcel fue en junio de 2006 pero no se tuvieron más noticias de ella hasta el 17 de diciembre de 2008, cuando su cuerpo apareció envuelto en un cobertor rosa al interior de la cajuela de un auto. Eran los tiempos de las guerras del Cártel de Sinaloa con el Cártel de Juárez, los Beltrán Leyva y Los Zetas.
La emotiva carta de ‘El Chapo’ a Zulema Hernández (Infobae)
La marca de Los Zetas en la enamorada de El Chapo Guzmán
El cuerpo de Zuelma Hernández yacía junto al de Julio César Alba Villegas: las cabezas y pies de ambos estaban envueltas en bolsas de plástico, más tarde el Servicio Médico Forense confirmó que habían muerto por asfixia; tenían el tiro de gracia; habían sido abusados sexualmente y presentaban marcas con navajas en las piernas, abdomen, senos y glúteos: eran unas letras Z.
No había duda, la última letra del abecedario hacía relación al Cártel de Los Zetas, para entonces aliados de los Beltrán Leyva -después de que estos los derrotaran en una guerra previa en 2006-, quienes se enfrentaban a muerte con su primo, Joaquín El Chapo Guzmán.
El auto en el que abandonaron el cuerpo de la enamorada del exlíder del Cártel de Sinaloa fue encontrado en el barrio de Xalostoc, municipio mexiquense de Ecatepec; en su cuello aún tenía una bolsa de plástico que sirvió, según los exámenes periciales, para asfixiarla; sus feminicidas le pintaron también algunas letras Z con tinta negra en varias partes del cuerpo; después de violarla le colocaron unas botas cafés, jeans azules y una chamarra negra, sin blusa ni sostén.
Los periodistas Alejandro Almazán y Anabel Hernández revelaron que cuando El Chapo Guzmán y Zulema Hernández peleaban en Puente Grande, éste la enviaba a otros reclusos para que tuvieran relaciones sexuales con ella; sin embargo, a pesar de los abusos la relación entre ambos se mantuvo por varios años después de sus respectivas salidas de prisión.
Por eso corrió el rumor que las Z que les navajearon en el cuerpo eran un mensaje para El Chapo Guzmán; empero, otra hipótesis apunta a que Zulema y su hermano robaban tráileres en los inmediaciones de la Ciudad de México, pero se metieron con uno que no debían, uno que era propiedad de Los Zetas.