Abatida y completamente descubicada. Así hemos visto este martes a Ana María Aldón en la casa de José Ortega Cano tras recibir, como ella misma reveló a través de sus redes sociales, una «fatídica noticia familiar». A pesar de no dar detalles sobre lo sucedido, la gaditana acompañaba su publicación de un crespón negro -sinónimo de un fallecimiento- al explicar que de momento cancelaba los directos que hace diariamente en Instagram para mostrar las prendas de la marca de moda que creó hace varios meses.
Y poco después de compartir con sus seguidores el delicado trance personal que está atravesando y que podría estar relacionado con algún familiar, la diseñadora acudía al domicilio de su exmarido para dejarle varias bolsas, suponemos que con pertenencias del hijo que tienen en común, José María, de 11 años.
Un durísimo momento que coincide con las informaciones que apuntan a que José Fernando estaría siendo investigado junto a su primo Paquito Ortega por un presunto delito de estafa en la venta de 13 coches en 2020. Una noticia que Ortega Cano ha desmentido indignado pidiendo respeto para su hijo, y sobre la que Ana María confesaba no saber nada.
«Uy, uy. No tengo la cabeza para tantas preguntas. No sé lo que me estáis diciendo, lo siento» aseguraba con el rostro desencajado al abandonar la residencia de su exmarido tras escasos minutos en su interior en los que parece que no se habría reencontrado con el diestro.