El Bundesbank ha rebajado este viernes el crecimiento de la economía alemana para este año al 0,3%, una décima menos que en diciembre, aunque esta pisará el acelerador en los ejercicios posteriores y se anotará mejoras del 1,1% en 2025 y del 1,4% en 2026.
«La economía alemana está saliendo de un periodo de debilidad», ha explicado el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, en referencia al fuerte crecimiento salarial y descenso de la inflación que beneficia a las familias y a la estabilidad del mercado laboral.
La producción manufacturera alemana registró en abril una caída por segundo mes consecutivo, lo que augura un comienzo débil para el segundo trimestre del año.
No obstante, a pesar de las dificultades actuales y pasadas de la industria, el mercado laboral ha aguantado el tipo y lleva en el 5,9% desde diciembre de 2023. El Bundesbank ha definido que el mercado está «ajustado», situación a la que también contribuye la pirámide demográfica.
Es probable que el empleo siga creciendo «moderadamente» por ahora, si bien a medida que la mejora de la actividad económica se afiance, es «probable» que las horas trabajadas sean el primer indicador en recuperarse. Mientras tanto, es posible que el desempleo aumente «ligeramente» durante unos meses más, antes de volver a descender lentamente a finales de año.
A partir de 2025, la evolución demográfica limitará la oferta de mano de obra, con lo que la rigidez del mercado laboral volverá a aumentar «considerablemente». El organismo presidido por Nagel augura que el crecimiento del empleo se debilitará paulatinamente según aumenten los cuellos de botella del lado de la oferta, llegando a detenerse en el transcurso de 2026.
«Esto se debe a que el ligero descenso del desempleo en 2025 y 2026 ya no abrirá un margen sustancial para empleos adicionales. A medida que crezca el número de horas de trabajo por empleado, la recuperación económica se apoyará cada vez más en el aumento de la productividad», ha elaborado el informe.
En cualquier caso, se anticipa una recuperación gradual del consumo privado y una mejora de las exportaciones a partir del segundo semestre. «En este contexto, la industria también volverá a crecer con más fuerza», ha indicado el banco central.
En cuanto a la inflación, el Bundesbank prevé que cierre este año en el 2,8%, el 2,7% en 2025 y el 2,2% en 2026. De su lado, la variable subyacente, que excluye de su cálculo los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, se ralentizará al 3,1% en 2023 y al 2,5% y el 2,3% en los dos años siguientes.
El proceso de desinflación seguirá bajando, aunque a un ritmo «moderado» dada su «persistencia», especialmente, en el sector servicios.