El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que la negociación del acuerdo sobre Gibraltar entre la UE y Reino Unido avanza «a buen ritmo», afeando al vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, sus declaraciones sobre lo que se está dilatando el proceso.
En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Albares ha explicado que ha hablado tanto con Schinas como con el comisario Maros Sefcovic, que es el encargado de negociar en nombre de la UE con Londres, sobre esta cuestión tras las palabras del primero, que ha calificado de «muy desafortunadas e incomprensibles».
Durante un acto en Sevilla, Schinas ha comentado que la negociación «dura más de lo que se esperaba», al tiempo que ha vaticinado que no será posible alcanzar un acuerdo antes de las europeas de junio.
«Nuestros amigos británicos creen que Frontex es muy europeo», ha señalado, en referencia a la propuesta que hay sobre la mesa de que sea la Agencia Europea de Fronteras la que se encargue de los controles en el puerto y el aeropuerto del Peñón durante un periodo transitorio una vez se suprima la Verja.
Albares ha indicado que el vicepresidente comunitario se ha «disculpado» y ha reconocido que «no tenía toda la información», habida cuenta de que, como ha recordado el ministro, no es él el encargado de la negociación con Reino Unido. Asimismo, le ha traslado su deseo de que en el futuro solo hable sobre esta cuestión el comisario encargado de la misma.
También ha conversado con Sefcovic y, según ha dicho, ambos han coincidido en que «las negociaciones están avanzando a buen ritmo». Así las cosas, ha sostenido que, todas las partes, incluida España, desean que «el acuerdo se concluya lo antes posible», al tiempo que ha incidido que en todo lo relacionado con en Brexit «los plazos nunca se han cumplido» y ya ocurrió primero con el Acuerdo de Retirada por el que se reguló la salida de Reino Unido de la UE.
Londres y Bruselas celebraron hace dos semanas la decimoctava ronda de negociaciones, sin que ninguna de las partes informara sobre avances. Albares insiste desde hace más de un año en que Reino Unido tiene sobre la mesa una propuesta por parte europea que debe responder, mientras que el Gobierno británico esgrime que ellos también han hecho propuestas.
Aunque ni Londres ni Bruselas quieren hablar de plazos, lo cierto es que la celebración de elecciones europeas en junio y el previsible adelanto electoral en Reino Unido, donde los sondeos apuntan a una salida de los conservadores y el regreso de los laboristas a Downing Street, imprimen cierta urgencia al acuerdo.
En caso de no sellarse en las próximas semanas, correspondería a la nueva Comisión Europea y al nuevo Gobierno británico ultimar su negociación, lo que podría retrasar todo el proceso durante varios meses más.