El Hospital Pediátrico Babiker Nahar de El Fasher ha sido bombardeado por la aviación en el marco de los combates entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y las Fuerzas Armadas sudanesas, según ha denunciado la ONG Médicos Sin Fronteras, que apunta a que hay al menos dos niños y un cuidador muertos.
El ataque de la noche del sábado ha dejado fuera de servicio el hospital, según MSF, que atribuye el mismo a las Fuerza Armadas sudanesas. El ataque ha provocado el derrumbe del tejado sobre la unidad de cuidados intensivos (UCI) y con ello la muerte de dos de los niños hospitalizados.
MSF recuerda que ese hospital era uno de los pocos centros pediátricos que seguían funcionando desde el inicio del conflicto armado. «Recibía derivaciones de pacientes de toda la región de Darfur porque muchos otros hospitales se han visto obligados a cerrar. Ahora, se une a la lista de centros médicos que han quedado fuera de servicio», apunta la organización.
Por todo ello, «Médicos Sin Fronteras insta a las partes beligerantes a que garanticen la seguridad de la población civil y de las estructuras sanitarias».
El viernes llegaron al hospital 160 heridos, incluidos 31 mujeres y 19 niños al Hospital Sur de El Fasher, que recibe apoyo de MSF, igual que el Hospital Pediátrico Babiker Nahar. Un total de 25 de estos heridos estaban en estado crítico y terminaron falleciendo.
También la coordinadora humanitaria de la ONU para Sudán, Clementine Nkwita, ha manifestado este domingo su preocupación por el uso de «armamento pesado» en los combates en El Fasher. «El uso de armamento pesado y los ataques contra zonas densamente pobladas del centro de El Fashir y sus inmediaciones están causando muchas víctimas», ha apuntado, según recoge el diario ‘Sudan Ajbar’.
El Ejército de Sudán y sus milicias aliadas y por otro lado las RSF se han acusado mutuamente de la muerte de decenas de civiles durante los combates del viernes en la ciudad de El Fasher, la capital histórica de la región de Darfur (en el oeste del país) y uno de los grandes epicentros de la guerra que lleva devastando Sudán desde abril del año pasado.
El Fasher, actualmente la capital de Darfur del Norte, lleva semanas bajo el asedio de los paramilitares mientras el Ejército sudanés y una coalición de guerrillas encabezadas por una facción del Movimiento de Liberación de Sudán que dirige el gobernador de Darfur, Minni Minawi, se encuentran atrincherados en varios barrios de la ciudad.
Allí hay ahora mismo un millón y medio de personas que viven bloqueadas tanto en la urbe como en sus tres principales campos de desplazados: Abuya, Abu Shuk y Zamzam, a las afueras de la ciudad, que aglutinan a más de 500.000 personas y se encuentran en primera línea de fuego.
Las RSF han indicado, por contra, que no están realizando ningún tipo de ofensiva y que su asedio se mantiene estático. «El pasado mes de marzo nos comprometimos a no avanzar hacia el cuartel general de los remanentes en el centro de la ciudad. Nos sorprenden esta clase de ataques, que no tienen en cuenta la presencia de civiles y usan a los desplazados de los campos como escudos humanos», añaden. Los paramilitares, para rematar, denuncian que han repelido 22 ataques de las fuerzas sudanesas durante los últimos días.