Al menos doce palestinos han muerto este lunes por la noche en una serie de nuevos bombardeos del Ejército de Israel contra la ciudad de Rafá, en el sur de la Franja de Gaza, donde las autoridades israelíes han pedido la evacuación de los civiles ante una inminente operación terrestre contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) al considerar que la urbe es su último reducto.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado sus ataques aéreos contra el este de la ciudad, precisamente la zona que pretendían evacuar primero, aunque también han apuntado hacia otras zonas en la parte más occidental, según la agencia de noticias palestina WAFA.
Además, la mencionada agencia ha asegurado que los vehículos militares israelíes se encuentran a unos 200 metros del paso de Rafá, en la frontera con Egipto, que sirve de punto de entrada de ayuda humanitaria hacia el enclave, y que están disparando a los edificios de los alrededores.
Numerosos medios palestinos han compartido vídeos en los que se puede ver el lanzamiento de bengalas sobre la ciudad, especialmente en las zonas orientales de Rafá, en lo que sería una previa a la inminente ofensiva terrestre.
De hecho, el diario palestino ‘Filastín’ ya ha informado sobre el sonido de un fuerte intercambio de disparos en esta parte de la urbe. Poco antes, las propias FDI han informado de que están «atacando y operando contra objetivos de la organización terrorista Hamás de manera selectiva en Mizrá Rafá», en esta misma zona.
La aviación israelí también ha bombardeado otras localizaciones a lo largo del enclave como la ciudad de Gaza, donde ha matado a cuatro personas en ataques contra varios barrios.
Las Fuerzas Armadas israelíes han bombardeado más de 50 «emplazamientos terroristas» de la milicia palestina en Rafá durante la jornada de este lunes como preparativo para la entrada de las fuerzas terrestres, todo ello después de que esta mañana emitieran una orden de evacuación para las zonas orientales de la región, que afectan a unos 100.000 palestinos.
En Rafá hay más de 1,4 millones de desplazados como consecuencia de la entrada de tropas israelíes que han ido barriendo de norte a sur el enclave palestino. Más de 34.700 personas, la mayoría civiles, han muerto en esta ofensiva de represalia a los ataques de las milicias palestinas del 7 de octubre en los que murieron unas 1.200 personas.
Poco después del anuncio de evacuación, Hamás aceptó la propuesta de alto el fuego planteada por Egipto y Qatar, aunque Israel ha decidido continuar con su ofensiva sobre Rafá. Sin embargo, también ha anunciado el envío de una delegación de mediadores para «agotar» todas las opciones a fin de cerrar un acuerdo que cumpla con sus requisitos.