San José, 01 jun (EFE).- Al menos 29 menores de edad han sido asesinados en Nicaragua dentro de la crisis social y política que vive ese país desde abril de 2018, y seis años después sus casos siguen impunes, denunció este sábado el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
Además de los menores asesinados, 70 fueron detenidos y posteriormente liberados, y otros 58 niños y niñas quedaron huérfanos debido al asesinato de alguno de sus padres en las protestas que dieron inicio en abril de 2018 en Nicaragua, señaló una declaración de esta ONG integrada por activistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica, donde tienen su sede.
«Este ha sido el siniestro legado que ha dejado la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo y que por siempre manchará este primero de junio, Día Nacional del Niño y la Niña en Nicaragua», valoró ese colectivo.
El 18 de abril de 2018, miles de nicaragüenses salieron a las calles a protestar por unas controvertidas reformas a la seguridad social, que luego se convirtieron en una exigencia de renuncia del presidente Ortega tras responder con la fuerza.
Las protestas dejaron al menos 355 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos nicaragüenses elevan la cifra a 684, mientras que Ortega reconoce que fueron «más de 300» y mantiene que se trató de un intento de golpe de Estado.
El colectivo recordó que la Federación Coordinadora Nicaragüense de las ONG que trabajan con la Niñez y la Adolescencia (Codeni), cerrada por el Gobierno sandinista en 2022, al igual que otras 3.700 oenegés, denunció que estas cifras «demuestran la inhumanidad de un régimen responsable también de la muerte a balazos de 355 nicaragüenses».
Mencionó el caso del adolescente Álvaro Conrado, de 15 años, asesinado el 19 de abril de 2022 de un balazo en el cuello por un francotirador de los grupos paraestatales, apoyados y armados por el Gobierno, y a quien luego le negaron la atención médica en Managua.
Ese caso «está siempre presente como muestra del alto nivel de barbarie que ha significado la represión contra el pueblo nicaragüense», consideró el organismo.
También se refirieron al caso de un niño de catorce meses de nacido que fue asesinado de un balazo en la cabeza, en Managua, el 23 de junio de 2018, así como el de otros dos adolescentes que fueron asesinados en Masaya y Jinotega, respectivamente.
Nunca Más sostuvo que esos y otros casos «se encuentran en la impunidad por un Estado que continúa violentando de forma sistemática los derechos humanos de la ciudadanía nicaragüense».
De igual forma, el colectivo dijo estar «convencido de que la dictadura, a pesar de su diario intento de alterar la verdad publicando noticias falsas y usando granjas de troles en las redes sociales, no podrá jamás ocultar su directa participación y responsabilidad en los asesinatos de estos niños y niñas, y de los 355 nicaragüenses por los que tarde o temprano deberán enfrentar la justicia».
«Además, sabemos que el pueblo de Nicaragua no olvida, ni olvidará estos crímenes y quiénes son sus verdaderos responsables», añadió la ONG, que se solidarizó «con el luto y sufrimiento de todas las madres que perdieron a sus hijos», y les prometió seguir con su trabajo de memoria histórica denunciando «las violaciones de derechos humanos hasta que haya una verdadera justicia y los involucrados paguen por sus crímenes».EFE
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