Un nuevo balance del presunto ataque israelí de la madrugada del viernes en Alepo (Siria) ha elevado a 52 el número de víctimas mortales, la mayoría efectivos de las fuerzas del Gobierno sirio.
A los 38 militares sirios fallecidos, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha sumado siete combatientes de la milicia chií Hezbolá y otros siete combatientes de milicias proiraníes desplegados en la zona.
Los ataques tuvieron como objetivo principal un almacén de misiles de Hezbolá y un centro de entrenamiento ubicado cerca de él en el área de Jibrin, cerca del aeropuerto internacional de Alepo, después de la medianoche del jueves al viernes.
El bombardeo, de acuerdo con el Observatorio, también se extendió a «fábricas de defensa» en Al Safira, e igualmente se han escuchado explosiones en Kafr Joum, al oeste de Alepo.
El Observatorio entiende que se trata del ataque de Israel –que nunca se ha pronunciado sobre esta clase de incidentes– de los últimos tres años.
«Misiles de defensa aérea del régimen han sido lanzados para intentar enfrentar a los misiles israelíes y frustrar el ataque. Ambulancias y cuerpos de Bomberos se han desplazado en medio de un estricto cordón de seguridad hasta el lugar de los ataques para transportar a los heridos y apagar los incendios originados, sin que se hayan registrado víctimas en el Aeropuerto Internacional de Alepo», han descrito.
La ONG Human Rights Watch ha constatado al menos 28 ataques de esta naturaleza desde principio de año, que han dejado al menos 104 efectivos de seguridad muertos, la mayoría asesores de la Guardia Revolucionaria de Irán para las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad, y diez civiles fallecidos.
La agencia oficial de noticias siria, SANA, informó por su parte de de «varios civiles y militares muertos y heridos» como resultado de «una agresión israelí contra varios puntos de la campiña de Alepo» en torno a las 01.45 de la madrugada.